miércoles, 25 de febrero de 2009

Manyana a Ventiane

Todo el dia por ahi en un tour nadando en una cueva y tres horas de kayak despues de comer, toy demasiado cansao pa pulsar teclas. Van Vieng es precioso (el entorno, un valle maravilloso) y repulsivo a la vez (esto es el paraiso del guiri borracho y drogado hasta un extremo surrealista). Ya os daremos mas detalles, manyana, destrozaos como estamos, toca madrugon a las seis para meternos en un bus local de Laos (una mezcla de maquina de tortura y vomitodromo tribal) cuatro horas hasta Ventiane. Alli estaremos lo justo para hacer el visado de Vietnam y despues, vuelta a Tailandia, y a la playa, por fin! Vamos a estar diez dias sin hacer nada (ni cervezas ni na, levantarnos tarde, escribir, quiza algo de snorkeling o kayak ligerito, bueno, puede que alguna cerveza pero poca que hemos dejado de adelgazar), aprovecharemos para subir todas las fotos que tenemos (todas no que Rafa va ya por las miles, pero una buena seleccion)
Besotes de Max y Latigo

PS: Gracias por los comentarios, a pesar de lo grande que esto, efectivamente os echamos de menos a menudo (a los que siguen sin dar senyales tambien). Juer, Veloman, nos has emocianado. Procurad seguir cuidandoos todos, a la vuelta mataremos por tomarnos una cerveza con vosotros, fria de verdad como se sirve en Espanya, que aqui no hay forma humana de terminarse una cerveza sin que se quede caliente, cuando no llega tibia a la mesa (y una tortillita de patatas, eh, mama? o dos incluso)

domingo, 22 de febrero de 2009

Faltas

Mmmm. Hoy nos levantamos con resaca. En Laos en teoria hay Toque de Queda a las 12 de la noche, y todos los bares de Luang Prabang cierran a las 23:00, excepto una bolera (si, habeis leido bien) a las afueras a la que hay que ir en tuk tuk. Ayer se nos fue de las manos y acabamos alla. El caso es que a las cuatro de la tarde el plan era habernos marchado esta manyana pero... Nos reencontramos con Roos, estuvo divertido: un porron de guiris bolingas jugando a los bolos. En nuestra calle yo gane la primera partida y Max lo hizo bastante bien la mayor parte de la segunda. Lo cierto es que el sitio era pelin sordido pero fueron unas risas. Creo que a Max le intentaron hacer un hombre en el banyo de caballeros, afortunadamente consiguio escapar del tipo. Hemos quedado con esta chica a las 12:00 para volver a las cataratas de Kuang Xi a remojarnos (ya estuvimos ayer, son una gozada, hay dos secuencias de fotos que esperamos hagan furor el dia que consigamos subirlas: Max y Latigo balanceandose en una cuerda para saltar al agua: impagables).
Y estamos empezando a poner faltas, que conste. Escribe poca gente, y siempre los mismos, y algunas ausencias claman. Vale que estamos bien y tampoco necesitamos una palmadita en la espalda todos los dias, pero ya podiais saludar de vez en cuando (y muchos por primera vez, mamones), que vivis en un pais donde afortunadamente todos teneis un ordenador en casita, jodios.
Ea shavales, cuidarse, besos y abrazos.
Tchack!

viernes, 20 de febrero de 2009

Mucho que contar: tras una despedida curiosa de Tailandia, la frontera del Mekong, un viaje inolvidable por el rio hasta le hermosa Luang Prabang

Como estan ustedeeeees!? Nos echabais de menos, espero. Nos hemos visto sin internet estos dias, asi que como os anuncie, no hemos podido poneros al dia. La informatica no es el terreno mejor cubierto de Laos, asi que esto seguramente sea una tonica en los proximos seis u ocho dias, no preocuparse, que como veis los aguerridos aventureros se desenvuelven bien.
En fin por donde empezar? creo que dejamos el tema en Pai, no? Finalmente conseguimos escaparnos del absorbente abrazo de este acogedor y languido destino, e iniciamos nuestra etapa de transicion hacia Laos, regresando a Chiang Mai el Lunes 15 en una viaje de 4 horas anodino e incomodo en un supuesto minibus VIP. Una estafa, esto de los minibuses, trado casi una hora mas que el pintoresco autobus local, el aire acondicionado solo funcionaba cinco minutos cada hora (todo el viaje es en pendiente y con el aire puesto no las subia) y no fuimos mas comodos, aparte de que creemos que los frenos no iban muy bien, ya que el tipo no aceleraba ni en rectas largas y llanas y de vez en cuando pisaba el pedal sin razon aparente, como probandolo. Total que llegamos al piso de Colin sobre las cinco, a tiempo para agradecerle de nuevo su hospitalidad, darnos un duchazo, e irnos a cenar y ver algo de musica en directo en el Riverside. De nuevo nos rompieron los esquemas, en esta ocasion una banda de chavales (ninguno de cuyos componentes pasaba de los 18), con el imaginativo nombre de Nice Band. Lo que les falta en marketing lo compensaban con creces con su virtuosismo, y el guitarrista, un ninyato de unos 16 con estetica ochentera y peinado spike que disfrutaba viendonos flipar en colores, acabo punteando a velocidad de vertigo con la giotarra sobre su espalda e incluso tocando con los dientes (esto no es una exageracion, ocurrio de verdad, yo que solo lo habia oido de Jimi Hendrix e incluso de el creia que era un mito), no hemos visto nada igual en la vida. Total que nos acostamos a una hora razonable peromas tarde de lo q pretendiamos. Por la manyana nos despedimos de Colin y de nuevo a un bus local con destino Chiang Rai.
Chiang Rai tiene en teoria alguna cosas que ver, aunque principalmente es punto de partida de trekkings y recorridos por el norte tailandes y los pueblos tribales. Nosotros llegamos cansados y encontramos una agradable guesthouse, la Chiang House, en la tranquila zona junto al rio. Bungalow modestito de madera y piscina, una cama enorme y otra pequenyita (Max gana el Piedra Papel o Tijera de hoy y se pasa la tarde restregandome la victoria y el tamanyo de su cama, y yo le hago ver que esta mas cerca de la ventana y con mas posibilidades de que le entren bichos. "No sabes perder, cabron". Jejejeje). No tenemos intencion de hacer nada, y no parece qe haya nada que hacer en este barriucho alejado del centro: piscinita (primera GH con piscina q pillamos), siesta, cena ligera, Internet... nunca te fies de lo que parecen las cosas en Tailandia porque invariablemente se las arreglara para darte una sorpresa.. A las ocho de la tarde estamos en la trasera de la guesta house, compartiendo cerveza y guitarras con Yah, Eddie y Chai (de Chiang Rai), Thomas (del noerte de Inglaterra, pero nueve anyos viviendo en CR ya) y algun otro parroquiano de la Chiang house. Eddie y Yah se alternan tocando y cantando con la guitarra canciones tradicionales de Tailandia, y haciendose unos canutos tamanyo xxl que declinamos graciosamente (no estamos seguros siquiera de que fuman, si marihuana local, hierbas del monte u opio-yo probe unas caladas de opio con el Jamaicano de Pai, por aquello de que todo hay que probarlo, pero no me gusto), mientras de vez en cuando cogemos la guitarra a nuestra vez para iniciar a los oidos tailandeses en algo de Lola Flores, los Mojinos Escozios, Academica Palanca (si senyores, el Mala Persona se escucho en Tailandia), Antonio Molina, Los Manolos, y alguna otra perla). Chai, el cocinero de la pension, un tipo simpaticon que parecia lo mas normal del mundo tres cuartos de hora antes, lleva un colocon como no recordamos haber visto a nadie, y aratos dormita para despertarse de golpe e incorporarse a media estrofa de las canciones de sus companyeros, y a ratos hace intentos de bailar tanto tailandes como flamenco, mientras se inclina en agulos inverosimiles (debidos a la intoxicacion, no al baile en si). Un rato antes de irnos a acostar habiendo pasado un rato inolvidable le vemos marcharse haciendo lo que se decribiria mas correctamente como ochos que como eses, inclinado hacia atras casi hasta el extremo del pino-puente. Tambien nos han ensenyado algo de vocabulario tailandes. Mira que no aprender a decir "Despacio, despacio" ("Cha cha", los Thai dicen las cosas dos veces siempre, Cha cha, Reu reu, Sabai sabai "despacio despacio, rapido rapido, Bueno bueno") hasta que nos vamos de Tailandia, cuando ya nos hemos jugado la vida en chorropocientos tuktuks...
A la manyaan siguiente dos traqueteadas horas de bus local en parte por caminos de tierra, hasta Chiang Kong, y tras sellar nuesra salida del pais, cruzamos el Mekong en dos minutillos, en una barca muy larga y estrecha que hace las veces de ferry (muchas barcas cruzan continuamente pasando mercancia, uno llega y se sube a la que vata a cruzar en ese momento). Papeleo en Huay Xai. Estamos en Laos.
Cambiamos dinero, buscamos pension, reervamos plaza en el Slow Boat que nos llevara Mekong abajo hasta Luang Prabang en los proximos dos dias y nos damos una vuelta por la calle que forma el pueblo. Se advierten diferencias con el pais que hemos dejado. Todo parece ser mas tranquilo y relajado, y aunque las casuchas y tiendecillas locales de nivel mas bajo son igual de destartaladas, otras prsentan algun balconcito afrancesado, y los bares tieneden a tener mesas de madera o de piedra, por lo menos unos cuantos de ellos. Y es mas caro. Esto llega de soprpresa, Laos es bastante mas pobre que Tailandia, por lo que uno esperaria lo contrario. Pues no. Obviamente es una diferencia relativa que en nuestro nivel se traduce en pagar diez euros por la habitacion en lugar de seis, y 1,30 euros por la cerveza (Beer Lao es, dicen, la mejor cerveza de Asia, y la verdad es que esta muy rica, una lager con caracter que a mi me recuerda mucho a la Mahou tan nuestra), pero en nuestro presupuesto superajustado se nota. Ademas aqui las cosas se pagan en una mezcla de dolar americano, Baht tailandes y Kip laosiano, por lo que llevar las cuentas es una locura. El cambio del kip tailandes es de unos 10300 por euro, por lo que las cifras son ridiculas (nuestra cuenta del desayuno esta manyana ha sido de 75000).
Por la manyana nos recoge un tuktuk y nos lleva al embarcadero donde compramos comida para las diez horas de viaje (4 funcionarios-perdon, baguettes- de pollo, dos bolsas de Lays sabor sushi, y dos botelas de agua, 113.000) y nos subimos a la barca dos horas antes de la salida, para pillar sitio. En cada barca entran unas 60 personas en pequenyos banquitos de madera con unos delgados cojines (hay que agarrar un banquito para ti solo, guardarlo con unyas y dientes, e ignorar a la gente que parece no encontrar sitio: si lo has hecho bien, cuando el barco zarpe en un par de horas, aun tendras el banquito para ti-siempre hay gente que acaba compartiendo, especialmente parejas, o turistas asiaticos que se sientan atras y estan mas adaptados por tamanyo y costumbre a estas apreturas), y un motor que hace un ruido ensordecer, humea como el propio y sulfuroso infierno, tiembla como loca, una ofrenda de comida y flores colocada encima (eso parece, para propciar los favores del Khwan o espiritu del rio, aunque quiza sea la comida del piloto), y en resumen paraece en todo moemnto a punto de explotar. El primer dia de viaje es mucho mas llevadero de lo que parece, entre otras cosas porque se va haciendo amigos en el bote, y porque la vegetacion salvaje que alfombra las riberas salpicadas de playas y acantilados del rio ofrece un paisaje que deja con la boca abierta. Nos acompanyan, entre otros, dos americanos de unos 60 anyos (uno muy parlanchin, el otro un tipo callado muy espigado de melena cana, bigote y mosca, mezcla de Magnum y Cocodrilo Dundee), un italiano joven, Stefano, tres austriacos (dos pechugonas que viajan juntas y un pipiolo rubiales que se les ha unido en algun punto del camino, se han subido al barco cuantas latas de cerveza han sido capaces de cargar), Annie (una turista tailandesa que no para de sonreir, melosa hasta decir basta), y una americana asiatica con los ojos superrasgados y una risa adorable, que para mi desgracia presta mas atencion a nuestro reportero que a Max.
Las primeras diez horas de viaje terminan en el pueblecito de Pak Beng. Nada mas llegar un enjambre de ninyos se sube al barco y se lanza a por los equipajes, atropellandose por el pasillo, corriendo por el techo y trepando por los costados de la barcaza para llegar al minusculo cuartucho junto al motor diabolico y hacerse con una bolsa, con la esperanza de convencerte de que te lleven el equipaje hasta tu alojamiento (por lo que la Lonely Planet indica que al final resultara ser una suma exorbitada). Max consigue sacar rapido la mia y se vuelve a lanzar al meremagnum en un alarde de arrojo y valentia, luchando contra los jovenes demonios hasta casi perder presencia de animo. Parece un cuadro negro de Goya, es la guerra. Que esto no se tome a broma, sabeis que no tiendo a exaltar el valor de Max en las multiples ocasiones en las que sale a la luz, pero en esta ocasion se porto como un autentico jabato, y cuando me alcanza en la cima de la empinada escalera que sube de los botes no puede rerimir un grito de alegria por haber sobrevivido. Nos buscamos el grupillo que hemos hecho una guesthouse y nos vamos a cenar. Tras la cena compartida la tailandesa no esta de acuerdo con el precio que nos dan y se inicia una tediosa negociacion con el restaurante, para acabar pagando un euro menos por persona, Max y yo parecemos ser los unicos a los que les paraece ridiculo asi que aguantamos con paciencia el proceso. En PaK Beng solo hay electricidad entre 18:00 y 23:00 mas o menos (algunos establecimientos mantienen el generador 20 minutos o media hora mas), asi que nos vamos pronto a la habitacion para dejar las cosas listas mientras el resto acaba yendose unas horillas de fiesta con unos laosianos, Stefano procurando acercarse todo lo que puede a Lily, la atractiva americana de ojos rasgados. Nos damos cuenta de que el ventilador de nuesra habitacion es inutil del todo. A la llegada nos habiamos duchado con agua fria y no averiguamos hasta mas tarde que el agua caliente te la dejan en un termo grande junto a la mesilla. La verdad es que llegamos tan acalorados (Max tuvo que comerse el otro bocadillo en cuanto llego a la habitacion, le tenblaba todo despues de la pelea contra los crios) que no nos importo, pero a la manyana siguiente Max salta y grita debajo del grifo, habiendo dado por sentado que no se habria mantenido caliente. Yo por probar abro el termo: no esta hirviendo pero casi, asi que con un barrenyillo y paciencia me doy una ducha calentita (es como la cuarta vez que le pasa algo parecido, no se que gafe tiene con los calentadores, no consigue encenderlos y sufre las duchas frias, luego yo llego, aprieto un boton, y me ducho caliente mientras me grita improperios desde el otro lado de la puerta).
Al dia siguiente encontramos con que nos han cambiado de barca. Lo que hacen, de hecho, es meternos a la gente de tres barcazas en dos, aprovechando que en Pak Beng no hay agencia a la que reclamar, y se ahorran gastos. Asi que las otras diez horas de viaje las hacemos mas apretujados y en un barco mas incomodo donde los bancos nisiquiera estan clavados al suelo, hay menos, y no todos tienen cojin. Aun asi, yo me las apanyo para ir solo porque dficilmente cabe alguien mas junto a mi, y Max porque se desparrama y se hace el dormido hasta que zarpamos. El Mekong sigue siendo espectacular y a pesar de las incomodidades, finalmente llegamos a Luang Prabang. La mayor parte del grupo se quiere ir juntos a una misma pension, pero parece que vamos a ser muchos, y Max no soporta por momentos a la tailandesa empalagosa, que la verdad es que resulta algo excesiva; Stefano ha estado menos alegre que el dia anterior, quiza a causa de calabazas americanas (de hecho da la impresion de que Lily y Annie o se han vuelto de la noche a la manyana y recien conocidas unas amigas muy carinyosas, o han iniciado un torrido romance, van juntas de la mano, se abrazan y se dicen cosas al oido-oye, contra eso no puedo competir), asi que se va por su lado mientras nosotros buscamos alojamiento por nuestra cuenta. Finalmente econtramos habitacion con dos camas por 15 dolares. Despues salimos a dar un paseo y nos encontramos con estas chicas que vuelven del mercadillo de comprarse cositas. Paraecen estar pagando menos, asiq qe les pedimos que nos lleven al sitio por si podemos cambiarnos al dia siguiente, pero no quedan habitaciones con dos camas, quizas por la manyana dejen libre alguna.
As que esta manyana me he levantado para ir a comprobarlo y me he topado en mi pasillo con Lily y Annie, inseparables, que venian a avisarnos de que habia una habitacion libre. Por desgracia cuando llego resulta que es de una sola cama. No nos merece la pena.
Hemos estado paseando por Luang Prabang y es verdaderemente encantadora, con multitud de pequenos edificios de estilo colonial frances donde predominan la madera y las balconadas. Algunas casas se ven abandonadas y en avanzada decadencia, pero incluso estas retienen en el ennegrecido encalado y la madera ajada vestigios de elegancia. No sabemos lo que nos quedaremos, seguramente un par de noches mas, porque hemos tenido noticias de nuestra amiga Roos (la belga con la que fuimos a lo de los elefantes) y en teoria esta de camino, aunque a ha sufrido algun percance en moto y esta algo fastidiada, queremos asegurarnos de que esta bien. Manyana es probable que nos acerquemos, en moto o tuk tuk, a una catarata muy popular a unos 30 km del pueblo, nos morimos por un banyo fresquito. Hace muuucho calor. La proxima parada pevista es Van Vieng, una suerte de Pai a la Laosiana. Ya os iremos contando.
Cuidensenos, y no olviden supervitaminarse y mineralizarse!
Tchack, tchack!
PS: Estamos en guerra con la informatica de Laos que deja mucho que desear y no reconoce las carpetas de mi pendrive, asi que me temo que lo mas probable es que no haya fotos hasta que regresemos a Tailandia en unos 7-10 dias. Sorry.

No preocuparse, todo bien. Tres dias en Laos ya, ahora Luang Prabang

Antesdeayer cruzamos la frontera a Laos, a Huay Xai, y los dos ultimos dias hemos pasado unas 20 horas navegando el Mekong en una barcaza. Por fin en Luang Prabang, pero derrengaos, en cuanto hayamos descansado os contaremos el viaje, que es espectacular por cierto pese a las incomodidades varias. Asin que no llameis aun a las fuerzas del orden internacionales, que todo sigue sobre ruedas y acorde al plan (excepto los precios en Laos, que estan resultando mucho mas caros que los tailandeses).
Muac, muac, tchack, tchack!
L y M

domingo, 15 de febrero de 2009

Una vez mas se nos extiende la estancia, un dia autentico en el no tan autentico Pai

Queridas damas y caballeros, ninyos y ninyas, madames et messieurs, damen und herren y demas...
Esperamos sigais todos bien. Hemos escrito poco ultimamente, es cierto, basicamente porque no habia mucho que resenyar de nuestra apacible estancia en Pai., este pueblecito de 9000 habitantes (y unos 3 o 4 mil turistas) que hace quince anyos prascticamente no figuraba en los mapas hasta que un par de artistas anglosajones llegaron casi por casualidad y el boca a boca empezo a funcionar. Vaya por delante una cosa: Pai no es Tailandia. Casi ni se acerca, podriamos decir. Max y yo lo comparamos con Ibiza y aunque no he pisado personalmente el islote balear creo que es un simil bastante valido, no solo por la infraestructura turistica reinante, sino por la pose hippy de la poblacion itinerante; por que eso es, mas que nada, al igual que Ibiza, una pose de trotamundos desastrado de vuelta de todo, bohemio total de aficiones ONGeras ('Osea, Soy taaaan solidario") con sus dreadlocks inmaculados, sus harapos medidos y su aspecto general de mochilero de libro. Que cantaba Sabina? "Hippies trasnochados que dejaron de ser hippies pero no de ser palizas". Ok, le he dado bastante canya ya, no? Pues sabeis que? Adoramos este sitio, con todo lo que tiene. Nos encantan sus cuatro calles cuidadas llenas de puestecillos, el valle aun verde e inmenso rodeado de montanyas, las noches en que el maremagnum diurno desaparece y quedan los noctambulos elegidos, su musica (ah, su musica, algun dia tendremos que dedicar una entrada en particular a la musica en directo que disfrutamos aqui en Tailandia)...
Tras cuatro dias de no hacer practicamente nada estos dos ultimos tuvieron su medida de eventos y actividades. Ya os contamos sobre la bici, la Jenny II, la cascada y los masajes (ojito con los contextos que os conocemos). Antesdeayer nos reencontramos con Roose, una chica Belga con la que habiamos coincidido en Lopburi y que habia venido con nosotros tambien en el tren hasta Phitsanulok. Caminaba perdida por las calles de Pai, tras una hora de buscar habitacion por todo el pueblo, desbordado de gente en el dia de San Valentin (se celebraban 40 bodas) y la pobre estaba rota. Le ofrecimos compartir nuestra amplia habitacion, pero los de la Guest House querian hacerle pagar, asi que acabo en otro lado. El caso es que ayer nos propuso ir a montar en elefante, a lo que nos apuntamos encantado. Es muy complicado describir una experiencia asi: la sensacion de poder dormido que emanan las grises y arrugadas toneladas bajo las piernas (montamos a pelo, sin sillas), inmensos musculos y huesos en movimiento pausado pero constante bajo nuestros cuerpos, los pies colgando sobre la peluda y aspera coraza que es la piel de un elefante. En el rio todo se vuelve juego: los mahouts saltando de espalda a espalda de los elefantes y estos lanzandonos con un suave mivimiento de sus corpachones al agua, y duchandonos con la trompa entre los gritos y risas de los cuidadores. Se llena uno de vida, pierde anyos, arrugas, y gana a cambio una sonrisa idiotizada que dura bastante despues de haber vuelto al cobertizo, durante todo el camino de vuelta en la trasera de una pick up con el aire en la cara, el valle desplegandose alrededor y el recuerdo aun fresco del olor de los titanes, su mirada triste, sus gestos jugetones y su gentil e inmenso bamboleo. Inolvidable.
Por la noche nos mezclamos con varios tipos de aqui y disfrutamos de una velada fantastica en companyia de autenticos tailandeses de los que esperamos mostraros fotos, tipos interesantes donde los haya, desde el campechano filipino-tailandes (con alma Jamaicana) Nelson, hasta Siki, pintor , poeta y guitarrista de blues, pasando por el inverosimil Jagi, una mezcla entre Hendrix y Little Richard (fisicamente, quiero decir, no se le conoce instrumento) que se ventilo dos cajas de J.Walker/Soda y aun asi se mantenia en pie (relativamente). Hemos sido muy felices aqui, pero hay que seguir adelante.
Dentro de 15 minutos cogemos el bus a Chiang Mai, dormiremos esta noche de nuevo en Casa de Colin, y manyana saldremos hacia Chiang Jon para cruzar la frontera con Laos y tomar una barcaza hasta Luang Pravbang. El recorrido en barca dura dos dias asi que es posible que no haya entradas en un tiempo.
Cuidaros mucho todos
Besos

sábado, 14 de febrero de 2009

Nos queda poco en Pai, por fin hemos hecho algo

Ademas de practicar durante varios dias el deporte es[anyol por excelencia (a dos manos). Hoy nos hemos alquilado a Jenny II y nos hemos ido a dar una vuelta por los alrededores de este espectacular valle, a buscar unas cataratas en las que darnos un banyito y solazarnos (mas). Ha estado curioso a pesar de que que los botes del bicho (de Jenny, no de Max) y algun que otro aceleron en plan de mofa (estos del otro bicho, el de dos patas), casi me dejan sentado en la carretera en varias ocasiones. La primera catarata era un poco como la pedriza en Domingo y menos interesante aun, aunque el viaje ha sido entretenido, perdiendonos un par de veces para acabar metidos por medio de unas plantaciones de canya de azucar, para regocijo de los labriegos que hemos encontrado por alla. La segunda era muy bonita, y aunque la poza no tenia profundidad para banyarse en esta epoco, el salto de agua proporcionaba una tonificante y fresquita ducha, a la que unas guiris locas que pasaban se lanzaban entre grititos, y bajo la que nos otros tambien nos henmos remojado (con mas grititos de uno que de otro). A la vuelta, despues de un delicios almuerzo de Pad Thai, y Laos Steak nos hemos dado nuestro primer masaje tailandes, una experiencia estupenda, super sensual y al mismo tiempo no exenta de esfuerzo (aqui en el norte la tecnica es parecida a la Shan Birmana que por lo que parece es bastante agresiva). Max ha salido un poco baldao, yo como nuevo, pero los dos hemos disfrutado, creo. No ha habido ofrecimientos de happy endings, para los que ersteis pendientes de estas cosas. Seguramente manyana salgamos para Chiang Khon, la frontera con Laos, no sabemos aun si via Chiang Mai o no.
En fin, todo estupendo. Lo del episodio de Max curioso sin duda, subido a la barandilla de nuestro porche tras vislumbrar una cucaracha bajo su silla. (grandecita, eso si, pero le cambie el sitio y he de decir que se porto muy bien-la cucaracha- sin atacarme en ningun momento)
Weno, ya contaremos mas, vaos a tomar unas cervecillas que estas dos ultimas noches han sido muy light y hay que ponerse al dia con la noche de Pai.
Tchack tchak!

viernes, 13 de febrero de 2009

y la vida sigue despacito en Pai..

queridos amigos, Max al aparato.
aqui andamos Latigo y max, viviendo placidamente la vida en Pai.. tres dias hace que estamos aqui y tengo la sensacion que nos va a costar movernos, Pai es el lugar idoneo para descansar y no hacer nada, y en ello estamos.
El dia de ayer lo pasamos vagueando en el mas amplio sentido de la palabra, mientras Latigo estaba en una mesita escribiendo en su cuaderno de viaje, Max pasaba las horas tirado en una cama gigante dentro de un bar (donde hacen un falafel excelente por cierto).. y paseando por las cuatro calles de este pueblo, plagadas de puestos de ropa, de comida, por momentos parece el paseo maritimo de Alicante.. y entre hamacas, lentos paseos, y bostezos varios.. llego la noche, y como el Ave Fenix, Max y latigo se sacudieron la vagueria y resurgieron de sus cenizas para darlo todo en la noche de Pai.
Como por estas tierras todo es sorprendente, resulta que de las miles de personas que andaban por aqui durante el dia, solo quedaban unas pocas decenas durante la noche, y entre lo que buscabamos un sitio de musica en directo con unas alemanas (que se fueron a dormir que os pensais..) dimos con el unico bar que estaba abierto y... con unos catalanes pasadisimos con lo que estuvimos el resto de la noche, los temas de conversacion de lo mas espanoles, futbol y futbol.
y asi hasta hoy, donde nos hemos pasado la manana tirados en nuestra nueva habitacion (nos hemos mudado de cuarto a un primer piso).. y como somos espanoles y por tanto inconscientes por naturaleza, justo despues de comer y con el sol en todo lo alto, nos hemos subido a dos maquinas de tortura tambien llamadas mountain bike y nos hemos tirado al monte.
Andar en bici por estos paisajes es algo de lo mas conmovedor, y pesar de que sospecho que Latigo ha estado a punto perder presencia de animo durante el trayecto, el paseo ha merecido la pena sin duda.
No quisiera despedirme sin poneos en preaviso sobre una cuestion sucedida ayer noche en el porche de nuestra habitacion: es probable que Latigo se siente en cuanto me descuide a narraos un nuevo incidente que tuve ayer, de nuevo con la fauna local.. asi que no os fieis de la burda manipulacion de los hechos ni de la version de Latigo, en breve y con mas tiempo Max os contara la realidad objetiva de los hechos.
besos para ellas abrazos para ellos.
M y L.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Festival fotografico

Aqui van un buen porron de fotos, disfrutadlas!


Atardecer en Chiang Mai, desde la terraza de Colin


Novicios durante el Magha Puja





Atardecer Bis


Con nuestro buen Bonjong

Por los templos



Un cantante folk en el mercado de Phitsanulok, muy sentido y buena voz

Festival chino de la linterna, en Phitsanulok


Companyerito de viaje en el bus a Pai






No, no sabemos como se giran las fotos aqui, sorry, descargad y girad vosotros ;o)


La Boot Family Band

Chavales en las cascadas en el Doi Suthep
Micki y su amigo ladyboy







Sin Palabras. El Pulitzer de Max





La maldita escalera


Lulu


Sukhothai


Wat Pra Doi Suthep







Sukhothai












Chiang Mai: gasolina y rock and roll

De nuevo con vosotros, poniendonos al dia. Os seguimos contando sobre Chiang Mai.
Como os comentabamos dedicamos las primeras horas en Chiang Mai a cubrir el curriculum cultural, pasando por varios templos pequenyos pero interesantes, y volvimos a casa a darnos un duchazo antes de salir a cenar. Primera parada a diez metros del edificio (estamos muy cansados y no tenemos intencion de movernos mucho, nos acostamos en el tren a las 4 y nos han despertado a las 8) para una singha vespertina en una disco puti muy vacia pero con una agradable terraza al rio. Tambien es muy cara asi que emigramos despues de una heineken (ademas no tienen singha). Seguimos calle abajo caminando diez o quince minutos, hasta que al pasar por un bar restaurante (el Riverside) vemos que hay musica en directo, asi que decidimos echarle un vistazo. Dicho y hecho, entrar y enamorarnos del sitio fue todo uno. Paredes de teca, y aspecto acogedor, lleno tanto de gente local como de farangs (occidentales), y en el pequenyo escenario la banda familiar de country mas inverosimil que os podais imaginar. El padre, con la mirada perdida (hasta que no termino la actuacion la segunda vez que los vimos no nos dimos cuenta de que era ciego), un tailandes con una larga coleta canosa, bigote y perilla ralos y una increible voz, rota en la justa medida, que flotaba sobre los agiles punteos y arpegios de su guitarra espanyola. A su derecha un joven de larga melena tocaba una guitarra acustica apoyada sobre sus rodillas deslizando el slide sobre los trastes para sacar sonidos de puro country, bluegrass y blues del delta. Completaba el trio la hija pequenya, una belleza muy jovencita y autentica virtuosa del violin que se quedaba con el escenario cada vez que tocaba. Es dificil describir lo hermoso que sonaba aquella mezcla de country y folk. Estuvimos un rato escuchandolos, pero no servian cerveza por tratarse de un dia festivo budista, asi que despues de una cocacola, impresionados por el grupo (nos indican en la barra que al dia siguiente actuan de nuevo) y con el cuerpo animado momentaneamente por la musica, nos cogemos un tuk tuk al centro. Por casualidad mas que por otra cosa el conductor nos para justo enfrente de uno de los templos que hemos visitado por la manyana, y nos damos de bruces con la celebracion de la citada festividad (el Magha Puja), para la cual el patio del monasterio esta alfombrado de velas que iluminan un Buda sedente, y al fondo, unos novicios se ocupan de mantener encendidas las velas que cubren tres pedestales. Estas velas mas pequenyas, se apagan cada varios minutos, y los novicios se atarean retirandolas y poniendo otras nuevas, en lo que nuevas velas se van apagando, como una extranya carrera contra el tiempo que supongo que los monjes entenderan como una valiosa leccion (o no, vaya usted a saber). De fondo suenan unos profundos canticos budistas, la verdad es que el efecto en general es bastante sobrecogedor. Despues de esto nos tomamos, una cervecilla (esta vez si, Singha) y una vez cumplido el ritual nos vamos a dormir que estamos derrengados.
A la manyana siguiente, trras la mejor noche de suenyo en lo que parecen decadas, y despertados por el amanecer de Chiang Mai en nuestros ventanales (y por Max, que se mete en mi habitacion a hacerme cosquillas en los pies, ya sabeis, un hombre de costumbres varoniles, Max), salimos con las pilas cargadas a buscarnos unas ruedas. Y que ruedas encontramos... Lulu es na morena culona, una chopper japonesa (Honda Phantom) de 200 c.c. que, aunque muy baqueteada, tiene aire de gran dama. Nos subimos, Lulu, ruge, y alla que vamos. Lulu nos sube por las laderas del cercano Monte Doi Suthep hasta un templo que hay a mil y poco metros. A pesar de estar lleno de turistas (y de la escalera de 306 escalones que por una vez me hace a mi estar cerca de [erder la presencia de animo) es muy agradable de visitar y tienen unas espectaculares vistas, un poco ensombrecidas por la cantidad de polucion que destila Chiang Mai (combinada con la humedad general del aire de Tailandia, que incluso en medio de ningun sitio hace que la visibilidad llgue como mucho a los 20/30 km). A la bajada, camino a unas pozas con catarata que habiamos visto mientras subiamos, tuvimos la oportunidad de comprobar (y agradecer) el regalo de Bonjong: despues de varios trechos de meterle bastante gas a Lulu, bajando por un puerto con una pendiente bastante fuerte, en medio de una curva pronunciada los frenos de Lulu dejaron de funcionar, sobrecalentados. Max se da cuenta rapido y toca lo justo el freno manual, con lo que damos un vaiven que nos puso el corazon en la garganta y los huevos a kilometros de altura, pero conseguimos frenar con la rapidez sufiente para no comernos el monte y quedar parados en el carril contrario. Paramos a Lulu y nos fumamos un cigarro mientras los frenos se enfrian, un pelin nerviosos por el susto, que gracias a la habilidad de Max (, lo hizo muy bien, y si no lo pongo no va haber quien le aguante) y al amuleto de Bonjong, que supongo que fue la razon de que nos cruzaramos en esa curva con ningun otro vehiculo.
Recuperados los frenos seguimos hasta la cascada, un pquenyo salto de agua con precedido de un tobogan natural pulido por el rio. Alli encontramos a varios chavales locales riendose, compartiendo unas cervezas y lanzandose por el tobogan. Max tiene que ponerse el banyador y busca un sitio discreto para hacerlo, mientras uno de los jovenes, un ladyboy vestido con ropa de chica, le insta a que no se corte y se despelote alli mismo. La poza esta bien fresquita, y la chiquilleria se hecha unas risas con nosotros dos, viendo nuestros gestos y grititos. Mientras nos secamos se acrca Micki, una muchacha con aspecto de buscavidas de la noche tailandesa y mucho descaro, a preguntarnos, por este prden, si Max y yo somos amigos (o algo mas, parece querer decir la pregunta), si le damos un cigarro, y como nos llamamos. La chica tiene un desparpajo que cautiva, y Max le hace un par de fotos, ante lo cual su amigo ladyboy llega corriendo, no queriendo quedar fuera. Vereis las fotos, son de lo mas autentico. Nos habria gustado charlar con ellos, pero empieza a darnos la impresion de que nos estan tanteando para algo mas, tanto la pequenya y descarada Micki como el muchacho kantoey, asi que decidimos despedirnos de ellos mientras el recuerdo sea todavia algo que atesorar. Micki nos saca un ultimo cigarro y nos despedimos con una sonrisa y agradeciendoles las fotos.
El recorrido de vuelta lo hacemos tranquilo, freneando a base de marchas cortas y llegamos sin problemas a la ciudad.
Por la noche volvemos al Riverside a volver a ver a la Boot Family Band, y de paso cenamos algo. El sitio es el mas caro en lo que llevamos de viaje, pero, que conyo, estamos vivos. Cuando terminan su actuacion nos avisan de que va a tocar otro grupo en quince minutos. Como acababamos de pedri una cerveza nos quedamos a ver que tal es. Seguramente, nos decimos, sera un toston tailandes de baldas pastelosillas. Que quivocados... El siguiente grupo se lanza a versionar temas supermarchosos de todo tipo, desde Amy Winehouse a Tina Turner pasando por los Red Hot y, chico, son buenos, muy buenos. El guitarrista principal co-vocalista desliza los dedos por una LesPaul que pone los dientes largos a Max con mucha habilidad y velocidad, y ademas canta bien, al igual que la chica, capaz de salir airosa de versionear artistas como las mencionadas mas arriba. Total, que viendo aquello cuando estos acaban y dicen que viene otro grupo pensamos, un dia es un dia. Y ardio Troya. Digamos nada mas que con los que nos gastamos en cerveza habriamos dormido cuatro noches en la mayoria de los sitios en los que hemos estado, y que bailamos, gritamos y botamos, incluso a ritmo de Nirvana (que cosas raras hace uno a miles de kilometros de casa).
Hoy nos hemos subido con una importante resaca a un autobus local atestado y estrecho para hacernos 3 horas y media de curvas por unos montes y valles espectaculares (las tres cuartas partes del viaje el conductor no pasaba de tercera, y gran parte lo hemos hecho en primera, el bus sufriendo pero de alguna forma salvando finalmente los puertos) y llegar a Pai, donde estamos ahora. Aqui no vamos a hacer mucho pero igual nos quedamos unos dias. Pai es una pequenya localidad de 3000 habs en el centro de un hermosos valle, con aire de comuna hippie y punto de encuentro de pasados y bohemios, y presume de tener una escena musical animada. Ya os contaremos, voy a ver si colgamos alguna foto.
L y M

martes, 10 de febrero de 2009

Llegada a Chiang Mai

Weeeeno, cogemos el bus local a Pai en media horita, a ver que nos da tiempo a contaros de Chian Mai.
A la llegada a la estacion nos recibe Colin, de quien ya os hemos hablado, ciudadano britanico que trabajaba en el departamento de ayudas al desarrollo del ministerio de Exteriores ingles, yo le habia preguntado si trabjaba de diplomatico "Noo" me dijo "Repartiendo dinero por ahi, soy mucho mas popular que los diplomaticos". Colin es un tipo curioso con aire y maneras de viejo profesor despistado y un derroche de amabilidad. Cuando subimos al piso nos abre la puerta a un salonazo de 50 metros cuadrados de decoracion sencilla, moderna y elegante, con su televisor, dvd y cadena de musica (aun que no usanis ninguna de ellas), y al que dan dos amplias habitaciones con dos camas ENORMES y comodisimas, rodeadas de ventanal y unas vistas espectaculares a la ciudad y el rio, cada habitacion con su propio cuarto de banyo. Total, una gozada, y nuestros cuerpos han disfrutado del descanso.
El dia que llegamos lo dedicamos a ver los dos o tres templos mas importantes por la manyana y tomar contacto con Chiang Mai. De las ciudades como tales en las que hems estado en Tailandia, Chiang Mai es sin duda la mas llevable para un occidental, con su casco antigua bien delimitado por el foso y sus calles adoquinadas bastante cuidadas. Primero nos intentamos acercar caminando desde casa de Colin, despues de un almuerzo en un restaurante local donde descbrimos el Khao Sai (especialidad de Chiang Mai, una sopa con mezcla de fideos cocidos y fritos, especiada, con carne, cerdo o pollo), y el Satay (unas brochetas de cerdo adobado que se toman untadas en salsa de cacahuete) todo riquisimo, comemos 3 personas por 170 Baht (menos de 4 euros). El calor aprieta y para cuando llegamos al foso amenazamos con perder presencia de animo, asi que el ultimo trecho lo hacemos en uk tuk. Nos hemos hinchao a coger tuktuks aqui, y han hecho su agosto con nosotros porque somos muy malos negociando; un consejo por si alguna vez teneis que pillar uno, mejor caminar cerca y esperad que os aborden, ya que si eres tu el que para el tuktuk ellos tienen la sarten por el mango. Ejemplo:
Latigo y Max paran un tuktuk y dicen donde van.
Ly M: How much?
Conductor: 80 Baht
LyM: no, no. 50 Baht?
Conductor: 80 Baht ok.
L y M: 60?
C: 80 Baht (con cara de, estas sordo panoli?)
Ly M se miran vencidos y se suben.
No hay tiempo a mas q perdemos el bus, a ver si luego sigo.
Besotes.

De Sukhothai a Chiang Mai: Bonjong entranyable, tirados en la estacion, tren de mochileros,

Bueno, bueno, bueno, long time no see! Paraece que ultimamente nos cuesta encontrar tiempo y un sitio de internet que nos coja bien localizado (el aticazo esta un poco lejos del centro). Cosas que contar desde la ultima vez, veamos...
Para viajar e Chiang Mai tuvimos que coger un tren nocturno que salia a las 01:40 la madrugada del Domingo al Lunes, por lo qvolvimos de Sukhothai a Phitsanulok y recuperamos la misma habitacion del dia anterior en la Bon Bon House, donde estabamos a punto de descubrir lo entranyable que puede ser esta gente.
Bonjong, contento de vernos de nuevo, nos estuvo preguntando en su forma de hablar dificil de entender pero entusiasta, entre palabras sueltas de ingles, mimica y onomatopeyas, por nuestro itinerario a continuacion. "Pai" dijimos. "Pai... oh! Pai!" resepondio al fin, abriendo mucho los ojos, y dibujando montanyas (Pai esta en un hermoso valle, hemos leido) en el aire con las manos. Nos aconseja que no paguemos guest houses alli y pidamos asilo en un templo. "No pei. Pai no pei. Yu tempol. You go tikitikitikitikitik (hizo gesto de caminar con los dedos). Yu sei mon: no hotel no ket haus. Morning yu sai zenkyu, you go"
Max estuvo a punto de lesionarse el dedo dos minutos despues: se le quedo enganchado el dedo en el macuto al soltarlo, y diez segundos despues del varonil alarido de Max, Bon lleghaba con una crema antiflamatoria, que aplico en la mano contusionada con un firme masaje. No quiso que se le devolvieramos "Kip. I bay mor" Luego se senyalo y nos senyalo a nosotros "I luk after yo". Hizo un gesto mas amplio con sus manos abarcando su negocio y por extension, la gente a la que acogia bajo su techo "Family". Cierto es, Bo, cuidas de tus clientes como de tu familia. Esa noche antes de irnos nos hicimos fotos, Queriamos dejarle algun recuderdo pero no teniamos ebn principio nada q creyeramos pudiera interesarle. Finalmente decidi darle un colgante que llevaba, una tonteria de hueso falso, de plastico, con forma de diente, a la que no obstante tengo carinyo. El nos dio a cambio un amuleto de Buda para preservarnos de accidentes (ahora os contare, funciona). No creo que hubieramos cruzado en total mas de media hora de conversacion con Bonjong en los dos dias que pasamos por alli, pero nos hizo emocionar, el mamoncete, y darnos cuenta de como se va enamorando uno sin darse cuenta de la gente del Sudeste Asiatico, a pesar de sus extravagancias y sinsentidos, o quiza por ellos mismos. Max lo resumio muy bien desayunando el otro dia "Osea, estan tarados, pero les he cogido mucho carinyo" Y es cierto, se te meten en la sangre.
Llegamos a la esta cion a las 01:15, con tiempo por si acaso, aunque no iba a hacer falta. Al poco un funcionario de alli con aspecto de militar (aqui todos los funcionarios llevan galones) nos pide los billetes y tacha la hora de llegada que figura ewn ellos para cambiarla por las 03:00, asi que dos horitas esperando en la estacion de madrugada. Al final llego a las 03:20 y nos subimos al tren creado especialmente para los mochileros, el sleeper tailandes, cuyos asientos se convierten por la noche en literas que dan al pasillo, cerradas por una cortinilla. A la hora que subimos todo son cortinillas cerradas y macutos, el "encargado" de noche del vagon cama, que dormia tirado en un colchon en la entrada del vagon, nos muestra las nuestras. Un rato para coger la postura y luego el cansancio y el chacacha hacen su trabajo y dormimos, para despertar en la selva.
Porque cuando te despiertan los operarios del tren el paisaje ha cambiado, todo es bosque y frona espectacular. Un desayuno americano que nos ofrecen y al poco llegamos a Chiang Mai, donde nos recibe Colin, un amigo de una amiga de mi madre que muy amableente nos ha ofrecido quedarnos en su casa.
Sde nos hace tarde, tenemos que llegar a un concierto, ya se que voy retrasado pero, es lo que hay. Manyana desde Pai, relajados en un apacible valle, espero tener tiempo para ponerme mas al dia y contaros sobre nuestra estancia en Ching mai estos dos dias, presentaros a Lulu y contaros porque sabemos que el amuleto funciona (ah, y ensenyaros fotos del atico que vais a flipar.
Como siempre abrazos para todos, y apasionados besos para las feminas en edad de merecer de parte de Max y Latigo
Tchack!

lunes, 9 de febrero de 2009

Todo en orden, luchando contra la informatica

Por segunda vez se me borra una entrada entera despues de una hora escribiendo (esto fue ayer). Todo sigue muy bien, ya estamos en Chiang Mai, en un aticazo que nos han dejado con unas vistas de lujo de la ciudad, dos terrazas, camas de 1,90, mas metros cuadrados de los que sabemos que hacer con ellos, tv, dvd, y en fin de to. Cuando pueda intentare ponerme al dia con las entradas correrspondientes a este par de dias, nada espectacular, pero han sido experiencias interesantes y akgun episodio gracioso, y sobre todo un amiguete muy entranyable, Bonjong, que casi nos hizo emocionarnos. Ya os contare, estamos estupendamente.

sábado, 7 de febrero de 2009

Bucolica Sukhothai, relax sobre ruedas

A la paz de Dios! Pues pax se respira por aqui, sin duda.
Hilvanando con la anterior entrada, nuestra llegada a Phitsanulok no presagiaba ninguna maravilla y el pueblo parecia bastante soso. Tambien es cierto que para cuando escribi la entrada nuestro dia ya habia comprendido un madrugon de 5 de la manyana, seis horas de tren de tercera clase y un rato largo despues de encontrar un guest house para localizar un restaurante en el que la comida tuviera mas aspecto de comida que de atrezzo de peli gore, por lo que quiza no estabamos muy receptivos. Una vez comidos, instalados, duchados y sesteados, no obstante, pasamos una agradable tarde noche en la ribera del Mae Nam Ping: un paseo por el mercado nocturno, comprita de camisa incluida, una cena ligera (pero lo suficientemente picante para hacer sudar a Max y darle un despertar interesante esta manyana) en la terraza del Cafe Calito sobre el rio, amenizada por la actuacion en directo de una pequenya banda local con mas angustia adolescente que otra cosa (pastelosos hasta decir basta), y nuestra Singha de rigor antes de acostarnos tempranito.
Por la manyana nos hemos despedido de Bongjong, el encargado o duenyo de la Bon Bon Guest House (un tailandes muy bajito, joven, que casi no habla una palabra de ingles pero se esfuerza mucho en ayudar con lo que sea y no tiene malicia minguna en la sangre), y hemos cogido un autobus local a la cercana Sukhothai, un recorrido agradable de una hora y media mas o menos hasta la Mueang Kao o ciudad vieja (la mayor parte de Sukhothai y sus infraestructuras correesponden a Nueva Sukhothai, una ciudad de unos 40000 habitantes que concentra la mayoria de los alojamientos, restaurantes y demas, pero se encuentra a 12 kilometros del Parque Historico). La Loli Plane solo recomienda dos casas de huespedes aqui, y en la primera que hemos probado solo quedaban dos habitaciones con cama de matrimonio y un aspecto un tanto infame (oscuras, calurosas y muy sucias con un banyo compartido que no tenia mucho mejor aspecto). En la Vitoon house nos hemos quedado con una habitacion que al menos tenia dos camas y no parecia muy sucia, aunque es muy basica (es mas una celda de monasterio que una habitacion, nos ha recordado a los dos a Santa Teresa de Jesus, pero tiene banyo privado y agua caliente, y por 6 euros que mas vas a pedir). La Ciudad vieja son cuatro calles, contando como una de ellas uno de los arcenes de la carretera Phitsanulok-Tak en la que se encuentran este par de pensiones, algunos restaurantes y viejas tiendecillas locales, viejos edificios de listones de madera y dos alturas que le dan cierto aire de pueblecito del Oeste Americano.
Al otro lado de la carretera se extiende parte del Parque Historico: 42 kilometros cuadados de estanques, lagos, verdes prados de cesped y hermosas arboledas entre los que se yerguen las ruinas de los templos que otrora fueron orgullo de la primera capital siamesa y aun hoy forman una magnifica estampa con sus torres y budas que aun se mantienen en pie para recortarse a contraluz en el rojizo atardecer y proyectar sus reflejos en las sereneas aguas mientras el visitante pasea en bicicleta por el Parque y se detiene en este o aquel Wat a admirar la ennegreciada piedra de las Phrangs, las sensuales formas de los budas, las acampanadas Chedis...
Pasear en bici por Sukhothai es una de las experiencias mas agradables que puede ofrecer Tailandia. Por la noche hay un espectaculo de luz y sonido en uno de los wats pero el precio es exhorbitado, asi que tras tres horas de bici y paseos nos damos una cenilla ligera y hacemos tiem po con la Singha para no volver a la celda, que una vez oscurecido resulta de lo mas tetrica. Chralmos un rato con Michael, un aleman que conocimos en la Bon Bon en Philok y que en este par de dias se nos ha aparecido cada dos por tres. Michael era agente inmobiliario en Alemania, pero dejo su empleo y lleva los ultimos 5 meses y medio viajando por Bahrein, Indonesia, Malasia, Sumatra, Borneo, Hong Kong, Macao, Camboya y Tailandia. En unos 15 dias se va a Bali, y despues a Australia, donde ha obtenido un visado que le permite trabajar durante un anyo. Tiene 29 anyitos. Ya, lo se, menudo cabronazo. Nos marchamos a dormir entre despedidas y risas de las camareras, a las que parece hemos caido en gracia, aunque estamos convencidos que creen que Max y yo somos pareja. De vuelta a la celda, intentamos montar el plan de defensa contra los mosquitos que parecen haberla tomado: nos aplicamos nueva capa de antimosquitos, nos enfundamos en pantalones largos , calcetines y saco; no hay para colgar las mosquiteras, asi que les damos una buena rociada de autan y nos cubrimos con ellas a modo de mortaja. Sobreviviremos a la noche?

viernes, 6 de febrero de 2009

De paso por Phitsanulok, poco que ver, banyo frustrado

Hola chicos y chicas, solo unas lineas para poneros al dia, poco que contar. Hemos hecho una etapa en Phitsanulok (Philok para la mayoria de los nativos) en nuestro camino a Sukhothai. La verdad es que si hubieramos comprobado antes lo que habia que hacer seguramente habriamos cogido el bus directamente hacia alla, pero bueno, la habitacion esta pagada, asi q no saldremos hasta manyana. Aqui no parece haber mucho que hacer. Pensamos en alquilar una moto en ir a unas cataratas que hay a unos 40 km a darnos un banyo, pero investigando y preguntando paraece que en esta epoca no merecen la pena, asi que intento frustrado. Hoy dia tranquilito, ya os contaremos que tal es Sukhothai.
Tchack!

jueves, 5 de febrero de 2009

Mas fotosss de Ayutthaya y Lopburi

Buuueno, estamos que lo tiramos! Mas fotos de los exploradores, para el nimyo y la ninya, mo se queden sin la suya!


Max y Latigo pensativos y meditabundos con la seriedad que caracteriza a sus personas, en el Wat Si Wattanaram en Ayutthaya

Los macacos, duenyos de las calles de Lopburi



La Ayutthaya Jazz Bar que amenizaba nuestras noches en el Jazz Bar frente al Tonys Place: Zoe, Fluke, Benz y Palmy (Palmy y su contrabajo quedan fuera de la foto a la derecha)

Roose, Max y Latigo



Latigo, Noom y Max



La foto National Geographic del dia, con la calidad a la que nuestro reportero favorito nos tiene acostumbrados.


Y esta tampoco es manca, el mendigo ciego del mercadillo de Lopburi.



Mas fauna del mercadillo. Los joviales de la localidad



Otros muy joviales tambie, aqui Max y Latigo pasandolo mal


Latigo repasando sus notas en la habitacion


Puqeunyajo adorable en la estacion de Ayutthaya


De nuevo foto social.


Que gustito el ventilador cuando el calor aprite y uno llega derrengao. Si, esa camisa es mia, que?



Hasta la proxima entrega, familia, y no olviden supervitaminarse y mineralizarse!!
Tchack tchack!