sábado, 7 de febrero de 2009

Bucolica Sukhothai, relax sobre ruedas

A la paz de Dios! Pues pax se respira por aqui, sin duda.
Hilvanando con la anterior entrada, nuestra llegada a Phitsanulok no presagiaba ninguna maravilla y el pueblo parecia bastante soso. Tambien es cierto que para cuando escribi la entrada nuestro dia ya habia comprendido un madrugon de 5 de la manyana, seis horas de tren de tercera clase y un rato largo despues de encontrar un guest house para localizar un restaurante en el que la comida tuviera mas aspecto de comida que de atrezzo de peli gore, por lo que quiza no estabamos muy receptivos. Una vez comidos, instalados, duchados y sesteados, no obstante, pasamos una agradable tarde noche en la ribera del Mae Nam Ping: un paseo por el mercado nocturno, comprita de camisa incluida, una cena ligera (pero lo suficientemente picante para hacer sudar a Max y darle un despertar interesante esta manyana) en la terraza del Cafe Calito sobre el rio, amenizada por la actuacion en directo de una pequenya banda local con mas angustia adolescente que otra cosa (pastelosos hasta decir basta), y nuestra Singha de rigor antes de acostarnos tempranito.
Por la manyana nos hemos despedido de Bongjong, el encargado o duenyo de la Bon Bon Guest House (un tailandes muy bajito, joven, que casi no habla una palabra de ingles pero se esfuerza mucho en ayudar con lo que sea y no tiene malicia minguna en la sangre), y hemos cogido un autobus local a la cercana Sukhothai, un recorrido agradable de una hora y media mas o menos hasta la Mueang Kao o ciudad vieja (la mayor parte de Sukhothai y sus infraestructuras correesponden a Nueva Sukhothai, una ciudad de unos 40000 habitantes que concentra la mayoria de los alojamientos, restaurantes y demas, pero se encuentra a 12 kilometros del Parque Historico). La Loli Plane solo recomienda dos casas de huespedes aqui, y en la primera que hemos probado solo quedaban dos habitaciones con cama de matrimonio y un aspecto un tanto infame (oscuras, calurosas y muy sucias con un banyo compartido que no tenia mucho mejor aspecto). En la Vitoon house nos hemos quedado con una habitacion que al menos tenia dos camas y no parecia muy sucia, aunque es muy basica (es mas una celda de monasterio que una habitacion, nos ha recordado a los dos a Santa Teresa de Jesus, pero tiene banyo privado y agua caliente, y por 6 euros que mas vas a pedir). La Ciudad vieja son cuatro calles, contando como una de ellas uno de los arcenes de la carretera Phitsanulok-Tak en la que se encuentran este par de pensiones, algunos restaurantes y viejas tiendecillas locales, viejos edificios de listones de madera y dos alturas que le dan cierto aire de pueblecito del Oeste Americano.
Al otro lado de la carretera se extiende parte del Parque Historico: 42 kilometros cuadados de estanques, lagos, verdes prados de cesped y hermosas arboledas entre los que se yerguen las ruinas de los templos que otrora fueron orgullo de la primera capital siamesa y aun hoy forman una magnifica estampa con sus torres y budas que aun se mantienen en pie para recortarse a contraluz en el rojizo atardecer y proyectar sus reflejos en las sereneas aguas mientras el visitante pasea en bicicleta por el Parque y se detiene en este o aquel Wat a admirar la ennegreciada piedra de las Phrangs, las sensuales formas de los budas, las acampanadas Chedis...
Pasear en bici por Sukhothai es una de las experiencias mas agradables que puede ofrecer Tailandia. Por la noche hay un espectaculo de luz y sonido en uno de los wats pero el precio es exhorbitado, asi que tras tres horas de bici y paseos nos damos una cenilla ligera y hacemos tiem po con la Singha para no volver a la celda, que una vez oscurecido resulta de lo mas tetrica. Chralmos un rato con Michael, un aleman que conocimos en la Bon Bon en Philok y que en este par de dias se nos ha aparecido cada dos por tres. Michael era agente inmobiliario en Alemania, pero dejo su empleo y lleva los ultimos 5 meses y medio viajando por Bahrein, Indonesia, Malasia, Sumatra, Borneo, Hong Kong, Macao, Camboya y Tailandia. En unos 15 dias se va a Bali, y despues a Australia, donde ha obtenido un visado que le permite trabajar durante un anyo. Tiene 29 anyitos. Ya, lo se, menudo cabronazo. Nos marchamos a dormir entre despedidas y risas de las camareras, a las que parece hemos caido en gracia, aunque estamos convencidos que creen que Max y yo somos pareja. De vuelta a la celda, intentamos montar el plan de defensa contra los mosquitos que parecen haberla tomado: nos aplicamos nueva capa de antimosquitos, nos enfundamos en pantalones largos , calcetines y saco; no hay para colgar las mosquiteras, asi que les damos una buena rociada de autan y nos cubrimos con ellas a modo de mortaja. Sobreviviremos a la noche?

2 comentarios:

  1. Ola desde Almería...habeis sobrevivido? si despuésde una lagartija asesina y losmonos ladrones 100 moskitos no son na...jeje
    un abrazo
    Laura M

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  2. Tala, que bueno el Blog, voy a seguirlo a diario. Que viaje más guapo!
    Tio, si te pones a gritar como una nenaza cuando se te cruza una araña de patas largas a 1 metro de distancia, que coño haces en la selva tio? jajaja muy bueno el ataque de lagartija.
    Un abrazo,

    Lolo.

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