viernes, 30 de enero de 2009

Kanchanaburi sobre dos ruedas: carreteras, templos, monos...

Bueeeenos dias, queridos amiguitos! Bienvenidos a la nueva edicion del noticiero tailandes favorito del vecindario. Ayer se me paso escribir una entrada, os cuento como nos fue.
Recordais la chopper color crema de la que os hablaba en la entrada anterior? Pues sigue siendo muy bonita y esta aparcada en el mismo sitio, gracias, nos gusta verla cuando pasamos cerca. Al final resulto q tenia duenyo y no se alquilaba. En teoria hay un sitio en la ciudad donde alquilan Phantoms como esa, pero ayer no conseguimos encontrarlo, asi que nos subimos a bordo de una flamante Honda Yanee (La Jenny, para los amigos) de 125 color rojo sucio, digo roja y sucia, que a pesar de su aspecto se porto como una campeona. Ya sobre ruedas, con aspecto de dibujo animado bajo nuestros basicos cascos, nos encaminamos hacia la parte mas moderna y agitada de la ciudad, con el principal proposito de pasarnos por la oficina de turismo para conseguir un plano minimamente decente, cosa que en tailandia es mas dificil de lo que en primera instancia parece. Kanchanaburi no es Bangkok pero el trafico en el centro es bastante movido, y las reglas que se aplican son las mismas, es decir basicamente ninguna, conseguimos sobrevivir al trance sin problemas mientras Max se acostumbra al cambio de marchas y abandonamos pronto la zona para ir a ver cosas.
En la zona de Kanchanaburi hay enterrados mas de 5000 miembros de las Fuerzas Aliadas y mas de 1500 del ejercito holandes caidos en Tailandia durante la Segunda Guerra mundial. Es solo una pequenya parte de las mas de cien mil personas (16000 de ellos soldados aliados, el resto civiles) que perecieron por maltrato, inanicion o enfermedad como prisioneros o trabajadores reclutados a la fuerza mientras construian la via ferrea Burma-Siam en esta provincia, y otros estaban enterrados en otras zonas del pais y fueron trasladados aqui para ser recordados junto a sus companyeros. Nos detenemos en el cementerio de Ronchak, donde descansan mas de 3ooo de ellos, y reflexionamos sobre como la particular historia de nuestro pais por suerte o por desgracia discurrio durante aquellos terribles sucesos por un camino distinto a la del resto del mundo, y como en lugares como este uno siente el horror de que es capaz el ser humano pero se nota en una posicion algo alienada, carentes de los vinculos que cualquier otro europeo lleva consigo respecto a lo sucedido. No podemos compartir esa conexion con ellos, pero si observar las largas hileras de lapidas con respeto y profunda tristeza, y seguir adelante, como debe hacer siempre el ser humano, siempre hacia delante.
Hemos oido y leido sobre un complejo de cuevas templo a unos kilometros al oeste, asi que nos echamos a la carretera con Jenny (nuestra "muy mejor amiga") para acercarnos hasta alla. De camino hacemos un alto breve en Chong Kai, el segundo de estos cementerios aliados en Kanchanaburi, algo mas reducido. La entrada al complejo parece, como dice Max "una fabrca de templos", pues los templetes y pequenyos stupas aparecen repartidos sin un orden aparente, como expuestos al por mayor para que pase de repente un Monje Superior y diga "me llevo los tres del fondo, me los envuelve, por favor" "Quiere usted factura?" "No, gracias, se lo pago en B si no le importa". Aparte de un monje y un ninyo sentados a la entrada y un individuo entrado en anyos echandose una siesta en el suelo, en una esquina, no hay ni un alma a la vista. El monje nos cobra 20 Baht por barba (unos 45 centimos) y nos regala una pulserita de llamativos colores fosforescentes, sorprendentemente similar a las de los hippies de Goya o el rastro, pero bendecida para dar buena suerte.
El complejo de grutas resulta bastante impresionante, maxime en absoluto silencio y sin ninguna companyia. No es muy extenso, pero las cavernas decoradas con representaciones de Budhha y dioses hindues se ven conectadas por estrechos conductos de roca y oquedades por las que yo tengo que pasar de lado y sin mochila, o gateando. Tetrico en algunos sitios, profundamente espiritual en otros, es un recorrido muy interesante, envuelto en la mistica de la fe oriental y en la propia magia de la tierra, pues las cavernas en si son geologicamente espectaculare, no especialmente grandes pero plagadas de las formaciones tipicas de los suelos y techos calizos, con un sin fin de estalactitas, pilares y banderas de piedra rodeandonos (no hay estalcmitas porque el suelo ha sido trabajado en general para acondicionarlo-estando incluso la primera caverna, alicatado en un amplio trozo frente al Buda reclinado para facilitar el acceso al culto). Es una experiencia que invita a sentarse un rato y meditarla despues, asi que nos bebemos un aguita a la salida, en una suerte de chiringuitos cuya presencia hace adivinar que en otros momentos existe cierta afluencia de visitantes. A los chiringuitos los rodea un pequenyo descampado ocupado por un gallinero que comparten varios gallos de tamanyo bolsillo y un par de pavos reales, y en un extremo del descampado varios ninyos juegan con una cuerda y un vapuleado cochecito de plastico. Otro grupo de chavales, posiblemente un colegio de visita, aparece de pronto junto a los chiringuitos, y nos saludan divertidos y sonrientes, algunos tratando de disimular que quieren que los grabe con la camara, otros genuinamente timidos intentando evitar exactamente lo mismo.
Nuestra ultima parada del dia es la Escuela de Monos, tras pasarnos el desvio un par de veces a la ida y a la vuelta por fin nos situamos en el mapa y tomamamos el camino de tierra y gravilla que sale pegado a las vias del tren, esperando que la moto aguante. Jenny sigue adelante como una jabata los trescientos metros hasta ellgar a la orilla del rio donde se encuentra el pequenyo colegio de macacos, junto a uno de los puntos donde se sube a las discotecas flotantes y barcazas de Karaoke que creo haberos mencionado anteriormente (basicamente pistas de baile con techo y barandillas, de unos 15 metros por seis, que flotan y son remolcadas por barquichuelas que deben ser bastante mas potentes de lo que parece). La visita a la escuela es breve pero muy divertida, el sitio es pequenyito y la cosa consiste sencillamente de ir de mono a mono (hay unos 20 dandoles de comer trozos de papaya de un cuenco que te dan,,a companyado por una de las cuidadoras y algun mono te hace alguna moneria (que bien traido eh?), por lo general bastante obscena (Tambien puedes ver un show donde se supone que despliegan sus habilidades, pero el show nos resulta caro). Lo cierto es que son francamente graciosos hagan lo que hagan. Empieza a apretar el calor asi que nos vamos a casita a comer y descansar.
Hay una recien llegada que viaja sola, parece. Se llama Catherine y es inglesa; Max me insta a probar suerte y se muestra bastante insistente, asi que al final cedo, y despues de una duchita un afeitado y un recorte, subo y Latigo lanza sus redes. Al rincipio parece que funciona bastante bien la cosa (tanto que Max aduce estar agotado en una actuacion naturalsima digna de un Oscar, o por lo menos un Tony, y hace mutis para dejarme pista libre). Al final la cosa se tuerce, la guiri se hincha a cervezas y se encapricha de un aleman majete pero bastante sieso que se nos apalanca (ya le conociamos, Michael fue quien nos recomendo el hostal en primer lugar, pero por lo demas tendia a no hablar casi palabra; ha quedado comprobado que cuando le interesa habla, aunque tampco demasiado y de nada interesante, pero parece que la inglesa no le quiere para conversar). En fin, como dicen en el Reino, Mai Pen Rai ("No pasa nada", es la principal filosofia de vida en Tailandia). Buff, que cantidad de cervezas, menudo dineral. Creo que me he gastado por lo menos 10 euros. Eso si, caigo en la cama redondo.
Al dia siguiente (hoy) no vamos a hacer nada mas que disfrutar del ambiente, leer, escribir, y relajarnos (mas), asi que no habra mas entradas seguramente hasta que lleguemos manyana por la tarde a la antigua capital imperial de Ayyuthaya, nuestra siguiente parada (a donde llegamos tomando dos buses locales en un recorrido de 5 horas en el que tener a gallos y gallinas como companyeros de asiento entra dentro del reino de lo bastante probable) Ya os contaremos.
Tchak tchak!

jueves, 29 de enero de 2009

Todo en un dia

Buenos dias, queridos familia, amigos y navegantes varios.
Estamos molidos del tute de hoy pero con las pilas cargadas a tope tras un dia fantastico. Ayer decidimos apuntarnos a un tour de dia completo que nos vendian en la pension, para salir hoy tempranito a las 8 de la manyana, asi que la noche fue light, cenamos prontito, a eso de las siete y nos tomamos dos cervezas (vale, tres) Singha en un minusculo bar a 20 metros de nuestra habitacion (si es que sabemos elegir los sitios, o que). Es lo que vendria siendo un garaje de dos plazas reconvertido en bar retro setentero, propirdad de Heiner (creo que se escribe asi), un mecanico de cadena de montaje de Audi originario de Bavaria cuyas vacaciones en Tailandia en los ultimos anyos han pasado de tres meses a cuatro, seis y ocho: atiende el bar su novia Eei (nombre practico donde los haya para un cliente de bar), y simpre hay una guitarra apoyada en la pared junto a un cartel que dice "Play". Los que conoceis un poco a Rafa os imaginais el resto. El caso es que a las diez dijimos 'vamonos a dormir que si no la liamos".
La excursion ha tenido un poquito de todo, un pequenyo templo cueva, mercadillos para comprar y que la guia se saque su comisioncilla (nos hemos abstenido), una visita al museo del Hellfire Pass (Paso de los Fuegos del Infierno, un camino abierto en la roca por prisioneros de guerra para el llamado Ferrocarril de la muerte, cuya construccion se llevo, se cuenta, una vida por traviesa), un paseo por el propio paso y un recorrido por las vias de la infame linea de suministros ferroviaria del ejercito japones (en un tren atestado de turistas al que hemos tenido la suerte de subirnos los ultimos y acabar en la entrada del vagon, mientras nuestra guia se sentaba en los escalones junto a una ninya de unos once anyos que volvia del colegio, de pie en el ultimo escalon agarrada a una barra con medio cuerpo fuera del tren), para cabar en el reconstruido Puente sobre el rio Kwai (uno de ellos, en realidad, ya que el escritor de la novela la situo correctamente pero confundio el nombre del rio con el de otro cercano, y los tailandeses renombraron este para ajustarse al guion), hoy un centro turistico de primer orden.
Pero lo mas espectacular ha sido la manyana. Nos han llevado al Parque Nacional de Erawan, a las cataratas del mismo nombre (asi llamadas porque el primero de los saltos asemeja una cabeza de elefante), y hemos recorrido unos tres kilometros junto al rio desubriendo los distintos saltos (nos ha dado tiempo a llegar hasta el quinto, de siete que hay). El tercero es el mas espectacular de los que hemos visto, una cascada de unos ocho metros que cae a una poza llena de peces sobre un pequenyo alfeizar de piedra que se hunde formando una cuevecita tras la caida de espuma. Al agua patos. Es dificil describiros la sensacion de lanzarse a aquel bellisimo estanque, nadar hacia la catarata y subirse a la piedra, quedando de pie mientras el agua cae sobre ti con fuerza, o atravesar la cortina de agua y sentarse bajo la roca observando el mundo de fuera desde el magico refugio... O acercarse un poco a la orilla y quedarse muy quieto junto a las grandes raices, sumergido hasta el pecho, mientras docenas de pequenyos peces gato curiosean y te mordisquean por todos lados (masaje de pez, lo llamo Coi, nuestra guia), haciendo dificil aguantar la risa ante las cosquillas. Como estar fuera de este mundo, o al reves, tan dentro de el que la parte que ves habitualmente parece uno distinto.
Total que entre una cosa y otra fisicamente agotados, pero mental y espiritualmente rejuvenecidos quince ayos o mas. Con lo de hoy hemos cubierto lo principal de esta zona, asi que el proximo par de dias que nos quedemos (que nos vamos a quedar porque se esta como dios) seran de hacer poquito, descansar y escribir. Quiza alquilemos una moto (hemos vista una chopper japonesa en color crema que lleva nuestro nombre si no es muy cara) y nos movamos un poco por los alrededores. Ya os contaremos, cuidarse.
Tchack!
PS: Por cierto, gracias por vuestras lineas, comentarios y seguimiento, nos encanta recibir feedback.
PPS: Tenemos fotos que nos encantaria ensenyaros, pero no conseguimos subirlas al blog, esperamos poder resolver el problema pronto (creo que es porque son demasiado grandes)

martes, 27 de enero de 2009

En la ribera del Kwai

Buenos dias amigos, que tal todo por el mas alla.
En Tailandia las cosas siguen bien. Mejor, incluso. Esta manyana salimos tempranito del hotel (a las 06:30) y pillamos un taxi a la estacion de Bangkok Noi para coger el tren a Kanchanaburi, que nos ha llevado a traves de los 250 km que los separan en unas cuatro horas. El tren es de tercera clase, lo que viene siendo mas anyos que la carraca, con asientos de madera que se desmontan si te apoyas en la esquina equivocada (Max lo ha comprobado en carnes propias) y que no ha visto un panyo de agua con jabon desde que lo sacaron de la fabrica alla en los 50, pero el viaje es agradable y toda una experiencia. Es un recorrido en el que estas lo mas cerca posible de los tailandeses de verdad, la gente sencilla que va o viene del pueblo a la ciudad a vender el poquito genero que produce (al lado nuestro habia uno que venia cargado con tres sacos de arroz), o a trabajar, o a la escuela. Max ha hecho unas cuantos fotos muy interesantes y yo he podo grabar unos cuantos planos buenos tambien. Entre vagon y vagon nos sentabamos en los escalones de entrada a fumar un cigarro de vez en cuando, bien agarrados, mecionedonos en el veloz (es un decir, pero veloz suficiente como para que caerse no sea una perspectiva agradable) traqueteo sobre los railes y abanicados por la vegetacion que a menudo roza los vagones y te puede asestar un buen boffeton si te asomas demasiado. Una vez llegados a Kanchanaburi hemos recorrido a pie un kilometro y medio escasos hasta llegar a la zona de los hostales, y preguntando por el camino nos han recomendado la que va a ser nuestra base aqui: el Sugar Cane. Nuestras habitaciones con ventilador son bastante sencillas, pero acogedoras y flotan en el banco del propio rio Kwai, y la terraza del restaurante... bueno hay que verlo. Es una pena que el cable que tengo no me permita descargar video al disco portatil de Rafa y de este al ordenador, porque la imagen es espectacular, recien sacada de cualquier pelicula sobre Indochina que podais recordar, anyadiendole la agradable terracita cubierta desde la que disfrutamos de las vistas y degustamos nuestro hoy tardio almuerzo (bueno, son las 14:13, es tardio porque desde la cena de ayer no habiamos comido nada, por la hora a la que hemos salido) Todo muy tranquilo y creo que el atardecer desde nestra bas es digno de verse. Despues del atardecer, por lo que parece, es cuando las cosas se pueden poner ruidos, cuando discotecas flotantes y barcazas de Karaoke se deslizan por el rio, llenas de capitalinos que vienen a desbarrar el fin de semana. Ya os contare mas, por ahora voy a relarme un poquito (mas).
Tchak thack!

Ultimo dia en Bangkok

Bueno, manyana salimos hacia Kanchanaburi y el rio Kwai. No hemos estado mucho en Bangkok, lo cierto es que es una ciudad agotadora que produce esa dicotomia de amor/odio. Disfrutas de cada momento porque todo es una aventura, pero es una experiencia extenuante a menos que te dediques a ignorar el entorno y te alienes un poco. Antes de ir a la zona de playas, dentro de un mes o asi, volveremos a pasar por Bangers, y le dedicaremos otro poquito de tiempo.
Hoy hemos dedicado tiempo a completar el curriculum turistico y hemos visitado los tres grandes monumentos de la ciudad: El Gran Palacio con su Templo del Buda Esmeralda, El Wat Pho y el Wat Arun. Decir que el Gran Palacio es enorme es una obviedad, pero es que, de verdad, lo es; creo que son 925000 m2, llenos de pabellones, templos, murales y stupas. No es el momento para entrar en detalles de indole artistica pero son francamente llamativos y vistosos. El Wat Pho, antes del cual hemos tenido que hacer una parada tecnica, botellita de agua y cigarrito (hoy ha sido un dia particularmente caluroso) alberga la mayor estatua de Buda reclinado (representa el momento en el que alcanza el nirvana, es decir, estira la pata, se queda tieso, la dinya) del mundo, una inmensa figura cubierta de pan de oro con la planta de los pies ornamentada en un intrincado trabajo de madreperla representando las virtudes del boddhishatva.
Todo este recorrido entre templos se realiza en loor de multitudes, cientos de personas de pabellon a pabellon y templo a templo como una marea, que solo se frena a ratos a la entrada y la salida, entres saltitos a la pata coja, cuando uno hace equilibrios para descalzarse (hay que entrar descalzado y descubierto) sin perder su lugar en la fila. Para visitar el tercer monumento, el Wat Artun o templo del amanecer, terniamos que cruzar el rio (ademas queriamos acercarnos a la estacion secundaria de tren, Bangkok Noi, tambien al otro lado del rio, para comprobar los horarios de manyana) hemos cogido un ferry que atraviesa una de las principales arterias de comunicacion de Bangkok, el rio Chao Praya. En esta ciudad se navega igual que se conduce: como te da la gana. La Madre de los Rios se ve recorrida de continuo por un importante numero de embarcaciones tanto con fines turisticos (como las estrechas barcas largas que relizan tours privados por el rio y la zona de canales de Thonburi) como de transporte publico (este ferry y un par mas, amen de los Chao Praya express, barcazas que recorren el rio parando en los diferentes embarcaderos en el equivalente acuatico del autobus)o comercial, y el ferry atraviesa el rio de una margen a otra sorteando las embarcaciones que lo recorren del mismo modo que uno sortea el trafico en Bangkok al cruzar una calle (aqui los semaforos o no existen o se ignoran a menudo, simplemente te lanzas al asfalto cuando no hay demasiado trafico dirigiendose hacia ti, y milagrosamente llegas al otro lado ileso mientras los vehiculos frenan un poco o te esquivan como pueden-asi hemos cruzado no solo calles sino autovias de seis carriles con mas trafico que la Castellana).
De camino (largo camino en el que Max amenazaba con perder la presencia de animo-yo tambien estaba cansado he de reconocer) hemos atravesado una zona de Bangkok con mucho mas aire de provincias y local que el resto de la ciudad que hasta ahora se nos habia presentado. En la zona de Thonburi uno encuentra a los autenticos habitantes de Bangkok haciendo una vida de barrio sin preocuparse de nosotros los farangs: nadie, o casi nadie, habla ingles y las miradas son de discreta sorpresa cuando nos cruzamos con ellos. Despue's de una caminata importante llegamos al hospital de Siriraj, al lado del cual nos sumergimos de repente (otra vez) en una caotica locura de puestos y callejones, subrayados por un sofocante atasco de coches, taxis, algun tuk tuk (el nombre correcto es Samlor o Saamlaw) y Songthaews (si el tuk tuk va donde quieres y tiene una especia de sofa de sky para dos o tres, el Songthaew-literalmente "Dos filas", lleva por recorridos fijos, en el mismo espacio, dos bancos enfrentados en los que caben, o lo intentan-porque entre otras cosas el bicho no sale hasta que este lleno-ocho personas), que pasan a nuestro alrededor llenos de amas de casa y ninyos y ninyas uniformados recien salidos del colegio, que se mueven entre el atasco y las multitudes del mercadillo sin verlos, riendo y cuchicheando como cualquier adolescente.
En ese momento decidimos que aunque no nos hemos extraviado del todo no vamos a saber llegar a la estacion sin mas ayuda, y aunque (milagro!) encontramos en ese alejado barrio a dos personas dispuestas a indicarnos sin ningun interes oculto, sus indicaciones nos hacen, para llegar a la estacion, atravesar un submundo bajo un puente y atraves de un mercado vacio, siniestro, y pobre de solemnidad incluso para los estandares de aqui (Max y Latigo se mantienen firmes en su caminar, pero Marcelo y Rafa se miran un poco de reojo, con algun atisbo de preocupacion en ciertos momentos). Finalmente llegamos a la estacion secundaria de Bangkok Noi o Thonburi, preguntandonos como se habra arreglado la aproximada docena de turistas que descansan esperando el tren del dia a Kanchanaburi para llegar. Consultamos los horarios y precios, y descansamos en los escalones de la estacion fumando un cigarro e intercambiando impresiones con un par de holandeses enormes y semi ebrios que nos recomiendan las playas de Phuket, antes de subirnos en un Saamlaw de vuelta al hogar. Hacemos un amago de regateo que no dura ni cinco segundos (estamos vencidos) y aceptamos el precio que nos dan. Ya estamos inmunizados a la inverosimil conduccion de Bankok y disfrutamos del recorrido, sin preocuparnos por la fragilidad del tuk tuk por la autovia entre el resto de los coches, o las maniobras absurdas, y la velocidad es un aliciente mas, refrescandonos en el agobiante calor. Almuerzo en khao San, ducha, sieeesta.
Por la tarde hemos bajado a cenar un sandwich y tomar una cerveza, hasta hace 40 minutos, mas o menos, y hemos aprovechado para despedirnos de San Miguel (se llama Baitoei, averiguamos, y ella averigua que nosotros nos llamamos Mafelo-asi, con F- y Rrrafa con varias r's), despues de ver durante un rato como se lleva de calle a los clientes uno tras otro mientras sus otras tres companyeras, que no tienen ni migajas de su desparpajo, consiguen convencer a algun viandante ocasional para sentarse a beber su marca. Trabaja todos los dias en este bar que nos pilla a tres metros de la puerta del hotel, y se lleva 3 bahts (unos 0.8 euros) por cada San Miguel (70 baht) que vende. Y las vende, la verdad es que la chica tiene encanto, bien por ella.
Max se ha subido ya a la habitacion, yop me he quedando escribiendo esta entrada. Son las 23:45 asi q me subo tambien, que temos que preparar maletas, ya que manyana tenems intencion de coger el tren de las 07:45 y amaneceremos a las 06:30 o asi. Cuidarse todos, besos de los 2.
Tchak!

lunes, 26 de enero de 2009

Seguimos sin hacer turismo

Dos dias aqui y aun sin ver los monumentos principales, y aun asi la experiencia es increible. Podriamos decir que nos hemos dedicado a tomarle el pulso a la ciudad y su gente. Tras el intenso primer contacto de ayer queriamos comprobar que existe una bangkok mas moderna y cosmopolita, alejada de la imagen de pobreza que existe en otras zonas, asi que nos hemos ido por la manyana ( o lo mas aproximado, ayer el jetlag nos desvelo a las tres de la madrugada-lo que aprovechamos para ponernos al dia con la liga espanyola en tve1 internacional, el atleti como siempre en la cuerda floja, el barsa pa variar arrasando) al pulmon de la ciudad, el Parque Lumpini, euivalente al retiro madrilenyo, si bien de talla menor, donde hemos disfrutado de un tranquilo paseo entre cesped, lagos y domingueros de lunes, hasta que he descubierto que traerme las menorquinas no ha sido buena idea y el calzado ha empezado a fastidiarme.
Ha sido el primero de varios descubrimientos en el dia, incluyendo el hecho de que mi mochila nueva tiene un bolsillo que no da a ninguna parte y por el que he extraviado 220 baht (unos 6 euros), en fin, errores de novato. Tambien hemos descubierto el principal deporte de aventura en Bangkok: el Tuktuk. Tres ruedas, un sofa de sky y un absoluto desprecio por la propia vida y menor aun por la de tus clientes es lo unico necesario para convertirse en taxista en Bangkok. La experiencia, si bien impresionante, es francamente divertida, especialmente con el increible Maxwell Power sentado a tu lado: un vistazo a su cara por el retrovisor y el chaval que conducia (Bom, debia tener entre 15 y 18 anyitos) se ha puesto a acelerar como un poseso, le hemos alegrado el dia con unas risas.
El hallazgo mas trascendente, en cualquier caso, ha sido descubrir que no existe un solo Bangkok y que en esta ciudad no hay verdades absolutas, comparando la impactante imagen de aquellos oscuros mercadillos con el relajado parque Lumpini o el sofisticado y aseptico metro de Bangkok-solo hay una linea de metro subterraneo, y otras dos de Skytrain, tren elevado que no hemos llegado a probar), por ejemplo, o con el barrio chino, donde nos hemos encontrado con una ingente multitud celebrando el nuevo anyo 2552 (ese si que ha sido un descubrimiento, parece que fue ayer y resulta que Rafa y yo nos conocemos desde hace unos 575 anyos, ha sido muy emotivo) entre dragones de papel, barritas de incienso y miles de anuncios de neon. Antes de volver al hotel hemos comido en Khao San, que se ha convertido en un hogar en solo un par de jornadas, y Max ha disfrutado con exito de su primera inmersion en la cocina local (spaguetthi Yakisoba) mientras yo cataba una de las delicias thailandesas mas tipicas: el Pad Thai, un guiso de pasta de arroz agridulce y carne a elegir-Pollo en este caso- que estaba espectacular. Tras la comida tardia y una duchita, rozando las 19:30, hemos decidido bajar a tomarnos un aguita y escribir algo en nuestros diarios, pero la atencion de las comerciales del bar compitiendo por convencernos para optar por la cerveza que cada una ofrecia (A mi me ha enamorado San Miguel, pero Max se ha sentido dolido por que la segunda cerveza no se la ha servido personalmente y ha acabado traicionando a mi querida SM por Singha, mas modosita pero tambien bellisima, que ha resultado ser un poco sieso y tampoco le ha servido la cerveza) ha hecho que la cosa derive en una de esas tardes arreglando el mundo. Nos hemos quedado con ganas de conocer a Tiger, que parece que trabajaba en el bar de al lado y solo se ha acercado a hablar un rato con las dos previas. La ultima (cerveza) ha sido en el Barlangphu, donde de nuevo un cantautor thai con mejor repertorio que clase, pero con ganas de darlo todo, nos ha deleitado con temas de CCR, Elton John, los B Gees y muchos mas iconos. El universo femenino aun nos tiene boquiabiertos (esperabamos que las feminas tailandesas fueran atractivas, pero la concentracion de bellezas de los mas diversos rincones del globo que pasan sus vacaciones en el Gran Mango es inenarrable). En fin, la idea manyana es levantarse prontito, antes de las 8 e irnos de templos, seguramente el miercoles salgamos hacia Kanchanaburi y el rio Kwai, ya os contaremos.
Un carinyoso chasquido.
L y M.

domingo, 25 de enero de 2009

Aclimatando lo sentidos

Bueno, ya son las 22:45 hrs de un dia que ha sido bastante extenso. Max y yo acabamos de volver de tomar un par de cervezas Singha en Khao San Rd. , sentados en una terracita viendo pasar al universo (y en concreto a una importante cantidad femenina de universo de multiples nacionalidades y variados atractivos), escuchando a un guitarrista tailandes versionarnos todo tipo de temas, desde la Creedence hasta Phil Collins, pasando por Cat Stevens y Oasis. Ha sido un par de horas agradable y tranquilo en el que permitir a la mente relajarse e ir asimilando lo vivido durante el dia.
Lo cierto es que no hemos hecho mucho en concreto, una vez encontrado el hostal e instalados en la habitacion hemos decidido dar una vuelta para reconocer el terreno, y nos hemos dejado caer en direccion al rio Chao Praya, callejeando y perdiendonos un poco. Para nuestros, en el momento, cansados cuerpo y mente ha sido no obstante una experiencia bastante intensa, sumergiendonos de repente en un caos de locales y turistas que se abarrotaban en oscuros mercadillos y puestos callejeros a la espalda del rio. Cientos, por no decir miles, de tailandases se aglomeran en pequenyos tenderetes en los que se vende absolutamente de todo, desde rusticos articulos de merchandising budista destinados a mejorar tu suerte, hasta dentaduras postizas de segunda boca sobre cuyo origen me asusta especular (supongo que en el mejor de los casos parientes fallecidos, cuya pinyata, deciden los familiares, da un mejor uso vendiendose que asegurando la buena masticacion del deceso, que total va a reencarnarse en una nueva vida con nuevos incisivos, o incluso sin necesidad de ellos). Aunque Bangkok, me consta, es una ciudad on areas cosmopolitas e incluso de lujo, la impresion que se nos ofrece es de una severa pobreza, bastante mas impresionante de lo que incluso yo, despues de haberme informado mucho en estos meses, me imaginaba.
El asalto a los sentidos, por otro lado, es brutal, particularmente al del olfato. Callejear por Bangkok es embarcarse en el equivalente nasal de una montanya rusa de primer orden, en la que la miriada de olores de comida, gente, combustible y a veces basura se pelea por llegar los primeros a tu cerebro. Son olores en su mayor'ia tan ajenos que te alcanzan desprevenido, y los sentidos dan un frenazo a cada poco cuando a un tipo de especias particularmente sugerente se le superpone de pronto, otro aroma demasiado alienigena a nuestra mentalidad europea. Visualmente la mirada salta de un puesto a otro, estableciendo hipotesis sobre el origen y nombre de la mayoria de los alimentos expuestos, de tal modo que cuando de repente algo reconocible se cuela en el maremagnum, una simple fruta tan de toda la vida y cotidiana como las fresas adquiere una dimension nueva y llamativa. A pesar de todo este caos, los tailandeses cogen la vida segun viene y se amontonan repantigados entre sus puestos en cajas de cart'on, tumbonas y hamacas, o en las aceras bajo una sombra propicia, durmiendo la siesta sobre una alfombra bajo un parasol que ha visto mejores anyos. Es dificil saber si se han traido la alfombra y la sombrilla de casa para la ocasion o es que viven ahi mismo, sobre los estropeados adoquines.
Antes de volver a la pension hemos comido algo en Khao San; para el primer dia no me he atrevido aun con los puestos callejeros y no estoy seguro de que el aguerrido Max Pover llegue a atreverse, nos hemos decantado por un curry con arroz para mi y una hamburguesa para Rafa. El picante notable (tambien en la hamburguesa) pero por ahora sobrellevable. Despues de una ducha hemos caido rendidos en una agradable siesta de 15:00 a 19:00 y hemos ido a dar una vuelta.
Poco mas (pero nada menos) por ahora. El plan manyana es marcarnos un itinerario de visitas un poco mas concreto. Nos acordamos de todo el mundo y nos preguntamos que estareis haciendo cada uno en el dia a dia habitual, alla en otro mundo.\
Muchos besos y abrazos de Max y Latigo.
Tchak!

sábado, 24 de enero de 2009

SItuados en La Ciudad de Angeles

Gooood morning Spain! Escribo estas lineas desde el lobby del hostal New Siam III, en la zona de concentracion de mochileros de Khao San Road, en el barrio de Bang Lamphu de Bangkok (el nombre real de la ciudad, como apunte, es un galimat'ias de 43 s'ilabas que se acorta a Krung Thep, Ciudad de 'Angeles). el recorrido del dia hasta aqui ha incluido largas colas para salir del aeropuerto, amenizadas por un saudi con pinta de jeque montando el show en la aduana, vueltas por el segundo piso del aeropuerto al cual se puede subir por escaleras pero del que no hay forma de bajar (!) por el mismo medio, entre 30 y 40 intentos de abordaje por parte de los nativos para ofrecernos taxi, hotel, o ambas cosas (por ahora nada mas, que os veo venir), y una pequenya mascleta mientras estabamos en una terracilla, seguramente con motivo de las festividades. Que festividades, os preguntareis, pues resulta que llegamos coincidiendo con el nuevo anyo chino, segun acabamos de descubrir, asi que parece que habra juerga. Por lo q nos han comentado un par de alemanes con los que hemos compartido taxi hasta aqui, tambien es el dia nacional de India estos dias, asi que en los proximos tres dias mas de la mitad del planeta va a estar de fiesta (definitivamente tenemos el don de la oportunidad); como manyana es nochevieja hemos pensado que igual nos compramos dos docenas de lichis y nos comemos las uvas por segunda vez en un mes.

Total, que estamos ya instalados en un hostalillo que nos cuesta 790 Bahts la noche con ventilador y banyo privado (mirar el cambio en internet, vagos), y a Max, que acababa de acercarse a la puerta a tomar el aire, le acaban de ofrecer los servicios de dos senyoritas (mediante una foto de las mismas desde la ventanilla de un coche ; por lo que parece no estaban mal, aunque hemos declinado la oferta). Mas noticias pronto, solo son las 11 y pico de la manyana. Saludos de Max y Latigo

Tchak!

viernes, 23 de enero de 2009

LLEGÓ EL DIA!

Es un hecho; mañana a estas horas llevaremos cuatro horas de vuelo camino de Bangkok, el Gran Mango, Bangers: bajo cualquiera de sus populares apelativos, nuestro punto de partida en este viaje único que está a punto de comenzar. Queridísmos familiares, amigos, compañeros de trabajo, conocidos y navegantes que hayáis llegado a este blog por una feliz casualidad, bienvenidos a nuestro Despiste Asiático.

EL ORIGEN: Para el que suscribe (Marcelo), visitar la zona del Sudeste Asiático ha sido una fantasía recurrente durante los últimos años (incluso un viaje sencillito de un par de semanas, no digamos una experiencia como la que estamos a punto de vivir). Para Rafa, embarcarse en algo distinto que le ofrezca una perspectiva distinta sobre el universo en general y la vida en particular creo que se habia convertido en la ultima época en una necesidad.

EL RECORRIDO: Durante los próximos tres meses mas o menos recorreremos mochila al hombro los cuatro destinos más llamativos (desde nuestro punto de vista, estas cosas son siempre relativas) del Sudeste Asiático: Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam.

EL OBJETIVO: La experiencia en si no tiene precio por si misma, y las recompensas son muchas y variadas a mi modo de ver. Ampliar nuestros horizontes de forma espectacular, enriquecernos con el contacto con otras formas de vivir y de pensar, disfrutar de una naturaleza espectacular y en resumen, descubrir que hay mas cosas en este mundo que nuestra limitada rutina habitual y recuperar, seguramente, un optimismo y entusiasmo que la cacareada sociedad del bienestar va limando y erosionando en el dia a dia sin que uno se de cuenta. Desde un punto de vista más personal y pragmático en mi caso particular, el conocimiento que este viaje me aportará servirá de activo importante en mi currículum profesional en el mundo del turismo, y, si todo saliera perfecto, espero acumular material visual y escrito para acometer la diícil empresa de escribir un libro y/o producir un documental sobre el viaje.

LOS PROTAGONISTAS: La mayor parte nos concéis a los dos, otros solo a uno, y los navegantes a ninguno, así que en líneas generales os diré que somos dos chavales de treinta y pocos, amigos desde la adolescencia y, como diría la inmortal Mayra Gomez Kemp "residentes en Madrid". Yo me dedico desde hace unos ocho años al turismo en varias de sus facetas (he sido guia de viajes, agente de reservas y técnico de turismo receptivo, organizando viajes para extranjeros en España), y mi compi lleva otros tantos dedicado a la fotografía de prensa en varios medios. Comoquiera que esto es una aventura que supone un cambio radical sobre lo que en general conocemos hemos decidido cambiar un poco también nuestra visage para estar más en situación y adoptar nuevas identidades ad hoc, así que vuestro humilde servidor se convierte en este Despiste Asiático en Látigo Johnson, explorateur intrepide, y nuestro aguerrido, y ahora internacional, reportero responde a partir de ahora al nome de guerre Maxwell Power (Simpsons dixit).

Asi pues, de nuevo bienvenidos, enormes abrazos para todos, castos ósculos para amigos y familia, saludos a navegantes, y largos y apasionados besos para todas aquellas solteras en edad de merecer, casadas merecedoras, y/o, en general, bellas féminas que se den o quieran darse por aludidas. Látigo y Max are on the road!

Afectuosos chasquidos (Tchack!)

Látigo (y Max, que suscribe también e imagino encontrará hueco de vez en cuando para saludar en persona)