lunes, 26 de enero de 2009

Seguimos sin hacer turismo

Dos dias aqui y aun sin ver los monumentos principales, y aun asi la experiencia es increible. Podriamos decir que nos hemos dedicado a tomarle el pulso a la ciudad y su gente. Tras el intenso primer contacto de ayer queriamos comprobar que existe una bangkok mas moderna y cosmopolita, alejada de la imagen de pobreza que existe en otras zonas, asi que nos hemos ido por la manyana ( o lo mas aproximado, ayer el jetlag nos desvelo a las tres de la madrugada-lo que aprovechamos para ponernos al dia con la liga espanyola en tve1 internacional, el atleti como siempre en la cuerda floja, el barsa pa variar arrasando) al pulmon de la ciudad, el Parque Lumpini, euivalente al retiro madrilenyo, si bien de talla menor, donde hemos disfrutado de un tranquilo paseo entre cesped, lagos y domingueros de lunes, hasta que he descubierto que traerme las menorquinas no ha sido buena idea y el calzado ha empezado a fastidiarme.
Ha sido el primero de varios descubrimientos en el dia, incluyendo el hecho de que mi mochila nueva tiene un bolsillo que no da a ninguna parte y por el que he extraviado 220 baht (unos 6 euros), en fin, errores de novato. Tambien hemos descubierto el principal deporte de aventura en Bangkok: el Tuktuk. Tres ruedas, un sofa de sky y un absoluto desprecio por la propia vida y menor aun por la de tus clientes es lo unico necesario para convertirse en taxista en Bangkok. La experiencia, si bien impresionante, es francamente divertida, especialmente con el increible Maxwell Power sentado a tu lado: un vistazo a su cara por el retrovisor y el chaval que conducia (Bom, debia tener entre 15 y 18 anyitos) se ha puesto a acelerar como un poseso, le hemos alegrado el dia con unas risas.
El hallazgo mas trascendente, en cualquier caso, ha sido descubrir que no existe un solo Bangkok y que en esta ciudad no hay verdades absolutas, comparando la impactante imagen de aquellos oscuros mercadillos con el relajado parque Lumpini o el sofisticado y aseptico metro de Bangkok-solo hay una linea de metro subterraneo, y otras dos de Skytrain, tren elevado que no hemos llegado a probar), por ejemplo, o con el barrio chino, donde nos hemos encontrado con una ingente multitud celebrando el nuevo anyo 2552 (ese si que ha sido un descubrimiento, parece que fue ayer y resulta que Rafa y yo nos conocemos desde hace unos 575 anyos, ha sido muy emotivo) entre dragones de papel, barritas de incienso y miles de anuncios de neon. Antes de volver al hotel hemos comido en Khao San, que se ha convertido en un hogar en solo un par de jornadas, y Max ha disfrutado con exito de su primera inmersion en la cocina local (spaguetthi Yakisoba) mientras yo cataba una de las delicias thailandesas mas tipicas: el Pad Thai, un guiso de pasta de arroz agridulce y carne a elegir-Pollo en este caso- que estaba espectacular. Tras la comida tardia y una duchita, rozando las 19:30, hemos decidido bajar a tomarnos un aguita y escribir algo en nuestros diarios, pero la atencion de las comerciales del bar compitiendo por convencernos para optar por la cerveza que cada una ofrecia (A mi me ha enamorado San Miguel, pero Max se ha sentido dolido por que la segunda cerveza no se la ha servido personalmente y ha acabado traicionando a mi querida SM por Singha, mas modosita pero tambien bellisima, que ha resultado ser un poco sieso y tampoco le ha servido la cerveza) ha hecho que la cosa derive en una de esas tardes arreglando el mundo. Nos hemos quedado con ganas de conocer a Tiger, que parece que trabajaba en el bar de al lado y solo se ha acercado a hablar un rato con las dos previas. La ultima (cerveza) ha sido en el Barlangphu, donde de nuevo un cantautor thai con mejor repertorio que clase, pero con ganas de darlo todo, nos ha deleitado con temas de CCR, Elton John, los B Gees y muchos mas iconos. El universo femenino aun nos tiene boquiabiertos (esperabamos que las feminas tailandesas fueran atractivas, pero la concentracion de bellezas de los mas diversos rincones del globo que pasan sus vacaciones en el Gran Mango es inenarrable). En fin, la idea manyana es levantarse prontito, antes de las 8 e irnos de templos, seguramente el miercoles salgamos hacia Kanchanaburi y el rio Kwai, ya os contaremos.
Un carinyoso chasquido.
L y M.

1 comentario:

  1. Marce, soy Darío, muchas felicidades!!! sigo vuestro diario de viaje con muchas ganas, pasarlo bien e ir con cuidadito!! un abrazo

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