domingo, 25 de enero de 2009

Aclimatando lo sentidos

Bueno, ya son las 22:45 hrs de un dia que ha sido bastante extenso. Max y yo acabamos de volver de tomar un par de cervezas Singha en Khao San Rd. , sentados en una terracita viendo pasar al universo (y en concreto a una importante cantidad femenina de universo de multiples nacionalidades y variados atractivos), escuchando a un guitarrista tailandes versionarnos todo tipo de temas, desde la Creedence hasta Phil Collins, pasando por Cat Stevens y Oasis. Ha sido un par de horas agradable y tranquilo en el que permitir a la mente relajarse e ir asimilando lo vivido durante el dia.
Lo cierto es que no hemos hecho mucho en concreto, una vez encontrado el hostal e instalados en la habitacion hemos decidido dar una vuelta para reconocer el terreno, y nos hemos dejado caer en direccion al rio Chao Praya, callejeando y perdiendonos un poco. Para nuestros, en el momento, cansados cuerpo y mente ha sido no obstante una experiencia bastante intensa, sumergiendonos de repente en un caos de locales y turistas que se abarrotaban en oscuros mercadillos y puestos callejeros a la espalda del rio. Cientos, por no decir miles, de tailandases se aglomeran en pequenyos tenderetes en los que se vende absolutamente de todo, desde rusticos articulos de merchandising budista destinados a mejorar tu suerte, hasta dentaduras postizas de segunda boca sobre cuyo origen me asusta especular (supongo que en el mejor de los casos parientes fallecidos, cuya pinyata, deciden los familiares, da un mejor uso vendiendose que asegurando la buena masticacion del deceso, que total va a reencarnarse en una nueva vida con nuevos incisivos, o incluso sin necesidad de ellos). Aunque Bangkok, me consta, es una ciudad on areas cosmopolitas e incluso de lujo, la impresion que se nos ofrece es de una severa pobreza, bastante mas impresionante de lo que incluso yo, despues de haberme informado mucho en estos meses, me imaginaba.
El asalto a los sentidos, por otro lado, es brutal, particularmente al del olfato. Callejear por Bangkok es embarcarse en el equivalente nasal de una montanya rusa de primer orden, en la que la miriada de olores de comida, gente, combustible y a veces basura se pelea por llegar los primeros a tu cerebro. Son olores en su mayor'ia tan ajenos que te alcanzan desprevenido, y los sentidos dan un frenazo a cada poco cuando a un tipo de especias particularmente sugerente se le superpone de pronto, otro aroma demasiado alienigena a nuestra mentalidad europea. Visualmente la mirada salta de un puesto a otro, estableciendo hipotesis sobre el origen y nombre de la mayoria de los alimentos expuestos, de tal modo que cuando de repente algo reconocible se cuela en el maremagnum, una simple fruta tan de toda la vida y cotidiana como las fresas adquiere una dimension nueva y llamativa. A pesar de todo este caos, los tailandeses cogen la vida segun viene y se amontonan repantigados entre sus puestos en cajas de cart'on, tumbonas y hamacas, o en las aceras bajo una sombra propicia, durmiendo la siesta sobre una alfombra bajo un parasol que ha visto mejores anyos. Es dificil saber si se han traido la alfombra y la sombrilla de casa para la ocasion o es que viven ahi mismo, sobre los estropeados adoquines.
Antes de volver a la pension hemos comido algo en Khao San; para el primer dia no me he atrevido aun con los puestos callejeros y no estoy seguro de que el aguerrido Max Pover llegue a atreverse, nos hemos decantado por un curry con arroz para mi y una hamburguesa para Rafa. El picante notable (tambien en la hamburguesa) pero por ahora sobrellevable. Despues de una ducha hemos caido rendidos en una agradable siesta de 15:00 a 19:00 y hemos ido a dar una vuelta.
Poco mas (pero nada menos) por ahora. El plan manyana es marcarnos un itinerario de visitas un poco mas concreto. Nos acordamos de todo el mundo y nos preguntamos que estareis haciendo cada uno en el dia a dia habitual, alla en otro mundo.\
Muchos besos y abrazos de Max y Latigo.
Tchak!

2 comentarios:

  1. Bueno, bueno chiquitos jóvenes... nos alegra saber que habéis llegado bien y os estáis acostumbrando a la cerveza del lugar, que siempre es un buen comienzo...

    Pasadlo muy bien, tened mucho cuidado, no utilicéis dentaduras ajenas... ah, y si alguno de vosotros dice que "si", aseguraos de que sean mayores de edad!!!
    Besos para los dos, míos y de la Merce.

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  2. Me alegro de que todo vaya bien, y que aun no hayáis caido en un momento pringles (andaos con ojo)

    Aqui el resto de mortales en el mundo paralelo estamos currando caabrones (excepto Roberto supongo).

    Así que espero que todo siga igual de bien y no os despeguéis de los amuletos que os regalé en Barajas jejejeje (basta que no le lleves para que quieras decir que sí)

    Látigo, te paso la foto del airport al correo y así cuando tengas tiempo la subes al blog.

    Un abrazo gordo, gordo.

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