martes, 3 de marzo de 2009

Cronicas del Despiste, capitulos atrasados (Laos I)

Bueno bueno bueno... Que tal todo por alla, nosotros aqui sufriendo, de la guest house a la playa, de la playa al bar... un sinvivir. En fin, que como tengo un poco de tiempo voy a ver si os ponemos al dia con nuestras aventuras.
La ultima vez lo dejamos cuando aun estabamos en Luang Prabang, hara unos diez dias de aquello. Con aquello de esperar a la chica belga, Roos, acabamos quedandonos un par de dias mas, en los que pasamos el tiempo principalmente en las mencionadas cascadas. El segundo dia ademas de Roos reclutamos a una pareja que vimos por la calle preguntando a los tuk tuks, de modo que la cosa nos salio mas barata. Ya os dijimos que Laos estaba bastante caro comparado con Tailandia, parece que la respuesta Laosiana a la crisis ha sido subir los precios, puesto que los farang los vamos a pagar igual.
Por cierto, en Luang Prabang nos encontramos con otro par de espanyoles con los que hicimos un trecho de viaje juntos. Patricia (las piernas mas largas y esbeltas que jamas la vasca tierra de Vitoria envio al otro lado del mundo) y Diego (Valenciano de pro, todoterreno del mundo turistico) eran companyeros de piso en Londres hace un tiempo y se han reencontrado en este viaje. Con ellos viaja Laura, una holandesa guapisima con unos espectaculares ojos verdes a la que sin embargo es dificil cogerle el punto porque parece haber llegado a Asia con algunos fantasmas propios y parece que el mochileo le esta resultando un poco duro (aun asi una chica muy agradable y simpatica).
Nuestra siguiente etapa en Laos era Vang Vieng, que la guia definia como pueblecito con un marco incomparable pero que ha vendido su alma en el proceso de convertirse en destino mochilero. No era una descripcion que nos asustara porque eso podria achacarsele trambien a Pai, en Tailandia, que nos encanto. Lo cierto es que, por desgracia, Van Vieng no es Pai. El entorno, un valle rodeado de inmensos picos de roca caliza completamente cubiertos de vegetacion, es incluso mas hermoso que el de nuestro retiro tailandes, lo que proporciona posibilidades muy interesantes para pasear, visitar cuevas, o realizar actividades en el rio. El ambiente, por el contrario, no se parece en nada. Donde Pai es elegante, Van Vieng es macarra, donde Pai es adulto, Van Vieng es adolescente descontrolado, donde Pai es placido y relajado Van Vieng, es, en fin, un desfase absoluto. Para que os hagais una idea, las orillas del rio estan sembradas de bares con tirolinas y trapecios para tirarse al agua, y el deporte favorito es el tubing : deslizarse por el rio tirado sobre un neumatico de tractor, parando en cada bar a mamarse a modo. El alcohol y las drogas recorren el pueblo, y por la noche, entre las 19:00 y las 23:30, los cientos de adolescentes continuan la farra en los bares nocturnos con sus hamacas, hogueras y tecno a tope. A las 23:30 el toque de queda obliga a cerrar todos esos bares y solo queda la discoteca Shakura, donde se reunen todos los ninyatos hinchados de cerveza, cubos de cubata, marihuana, y batidos de setas alucinogenas. En resumen: cientos de accidentes esperando a ocurrir (y algunos ya ocurridos, como atestiguan las vendas que se ven en unos cuantos, y como cojean unos, o babean colocados otros. A lo largo del anyo no son infrecuentes algunas muertes en el rio). Que si se debe ir a Van Vieng? Absolutamente si: llegad, buscaos alojamiento en un sitio retirado del jaleo nocturno, y aprovechad las manyanas para hacer algun tour, recorrer los alrededores en moto, o hacer kayak por el rio como hicimos nosotros (hay un trecho inevitable en el que vas a tener que pasar por la zona de los bares, donde alucinaras en colores, pero es remar un poquito y se deja atras. El ultimo bar, que se llama asi, ademas, The Last Bar, esta algo retirado del resto, suele estar casi vacio, ponen buena musica, y tiene un trapecio desde el que balancearse y saltar al agua desde unos tres o cuatro metros de altura, francamente divertido. Ojo, no mamarse que de ahi al pueblo aun queda facil una hora de remar). La noche es optativa, si nosotros os hemos contado como es es obviamente porque participamos de ella, particularmente Patricia, Max y yo, Diego y Laura se acostaron antes. Una pena, porque en ese momento estaba yo ponderando los atractivos de la holandesa mientras charlaba amigablemente con ella, aunque he de decir que andaba algo perjudicado para ciertos alardes. Mientras caminabamos hacia la guesthouse y el Shakura, que estaban cerca uno de otro, Max, Patricia y Diego comentaban la jugada entre risas. En la puerta de la guesthouse quedaron Laura y el valenciano (con el que mantuve esos dias una divertida competicion por la atencion de Laura), y cuando nosotros llegamos al final hicimos a Patricia asegurarse de que Diego seguia durmiendo solo antes de irnos a acostar.
Tanto para ir de Luang Prabang a Van Vieng como de alli a la capital optamos por el medio de transporte mas economico: el bus local de Laos. Un bus de Laos suele tener una media de 25 anyos de servicio, y parece que tiene cincuenta. El vehiculo tiene tantas plazas como asientos, mas la pila de banquetitas de plastico que carguen para el pasillo central, y lleva de todo. Cuando decimos de todo es de todo, desde gente a sacos de arroz o animales vivos, e incluso otros vehiculos, como descubrimos cuando uno de los operarios da un golpe para que abramos la ventanilla, que utiliza de escalon para subirse el techo del bus y ponerse a cargar una scooter. Al otros lado de la estacion vemos un bus que lleva unas quince motos en el techo. Los ocupantes del bus suelen ser locales casi en su totalidad, y parece que no llevan muy bien este tipo de viajes, porque en cuanto nos ponemos en marcha las bolsitas para vomitar se convierten en un articulo preciado. De las sesenta personas que vamos en el bus, mas de una docena vomita en varias ocasiones a lo largo del recorrido, y un pobre chaval en particular no levanta la ccabeza durante las siete horas. Lo cierto es que la carretera tiene su aquel, sin un solo kilometro seguido en recta, una continua sucesion de curvas por larguisimos puertos a gran altura (de Luang Prabang a Van Vieng, esto es, de alli a Vientiane es mas llana y recta) con el firme de una carretera regional de las malas en Espanya. Y sin carriles.
En Laos se conduce por el Sistema Sustractivo, que utiliza la formula de Johnson:
A-B=C donde:
A=Ancho de la carretera
B=Ancho de un supuesto vehiculo circulando en la otra direccion
C=Espacio que queda para conducir tu vehiculo
Como quiera que la densidad de trafico no es lo que se dice elevada se alcanza facilmente el Corolario de Latigo en el que, durante la mayor parte del tiempo, B=0, luego A=C=la carretera es tuya para conducir, y consecuentemente vas por el lado mas comodo, el puto centro. En las ocasiones en las que repentinamente A cobra un valor distinto de 0, el vehiculo mas grande siempre tiene preferencia y el pequenyo tendra que apartarse como pueda.
Tras esta breve leccion realizaremos un descanso, ya manyana sigo actualizando las notas despues del chapuzon.
Cuidarse todos, besos y abrazos de Max y Latigo.
Tchack Tchack!
PS: Si, ya lo se, que donde estan las fotos de las narices. Estoy seguro de que en breve Max se pondra con ello, en cuanto termine de disfrutar de la playa, que el hombre llevaba 20 dias preguntandome cuando llegabamos al mar y se ha emocionao. Esta en su elemnto el jodio, con las gafas de sol, el sombrerito de ska y el tiznao que lleva ya tiene una pinta de latin lover... pa verle.

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